¿Por qué se rompe la aorta?

La aorta es la arteria principal del corazón y la arteria más grande del cuerpo; transporta sangre oxigenada bombeada desde el corazón a todos los tejidos y órganos. La disección (ruptura) aórtica que ocurre en este vaso es un desgarro en la capa interna de la aorta. "Esta es una afección grave porque el desgarro provoca que la sangre se desplace entre las capas de la vena y la desgarre por completo, lo que provoca que la sangre siga fluyendo de forma anormal (hemorragia interna)", explicó el Dr. Bingür Sönmez, especialista en cirugía cardíaca, quien compartió información vital sobre el tema. Aquí están sus explicaciones:
Cada ser humano tiene una “carretera principal” en su cuerpo que sustenta la vida. Esta es la aorta. Esta gran vena que se origina en el corazón lleva sangre primero a la cabeza, el cuello, los brazos y desde el pecho a todos los órganos internos y las piernas.
La aorta consta de tres capas, como una oblea: la capa interna (íntima), la capa media (media) y la capa externa (adventicia). Una aorta sana es flexible y fuerte. Se expande con cada latido del corazón. Si bien la presión arterial normal no causa ningún problema, la presión arterial alta no controlada hace que la aorta se ensanche y los aumentos repentinos de la presión arterial hacen que la capa interna de la aorta se desgarre, lo que permite que la sangre fluya entre las dos capas. La ruptura aórtica es un desgarro en la capa interna de este gran vaso. La sangre se filtra hacia la pared vascular desde el área rota y viaja entre las capas vasculares. En este caso la sangre habría ido en dirección equivocada. Esta “dirección incorrecta” puede ejercer aún más presión sobre la pared del vaso, provocando que las capas de la aorta se separen, lo que puede provocar muerte súbita.
Es sigiloso pero fácil de reconocer
El aneurisma (expansión) aórtico es una enfermedad crónica y no presenta síntomas específicos. Se detecta como resultado de una eco o tomografía realizada durante un examen de rutina. Desde que los diagnósticos radiológicos se han vuelto fácilmente accesibles, las tomografías realizadas incluso para problemas pulmonares simples permiten detectar este peligro silencioso.
Aunque la dilatación aórtica (aneurisma) es una enfermedad silenciosa y de larga duración; La ruptura aórtica generalmente comienza de repente y el problema se vuelve potencialmente mortal. Aparición repentina de un dolor desgarrante muy intenso en el pecho, la espalda o el abdomen (los pacientes a menudo lo describen como "como una puñalada" o un dolor "desgarrante") que se irradia a la espalda, el cuello o las piernas, a veces un dolor insoportable. El tiempo es esencial cuando hay síntomas como desmayos, pérdida de conocimiento, dificultad para respirar, ausencia de pulso en el brazo o la pierna, presión arterial alta o baja, signos de parálisis (una parte del cuerpo si están afectados los vasos cerebrales, debajo de la cintura si está afectada la médula espinal), sudor frío, sensación de miedo a la muerte, tendencia al shock cardiogénico y disminución de la producción de orina. Con cada minuto que pasa, el riesgo para la vida aumenta.
¿A QUÉ CONDUCE?El 30 por ciento de los pacientes mueren en el primer momento. La mayoría de las muertes súbitas se deben a rotura aórtica. El riesgo de muerte en pacientes no tratados es muy alto en las primeras 48 horas. Pueden desarrollarse complicaciones como parálisis, insuficiencia renal y daño intestinal.
¿QUÉ SE PUEDE HACER?Cuando el diámetro de la aorta, definido por cualquier medio, alcanza los 4 centímetros, se pueden planificar cirugías con un riesgo mínimo en condiciones seleccionadas, con tratamiento intensivo de la presión arterial una vez al año hasta que el diámetro alcance los 4,5 centímetros, y cada seis meses después de los 4,5 centímetros, con tomografía computarizada sin medicación, si es necesario con medicación, cuando alcance los 5 centímetros. En situaciones de emergencia, el diagnóstico comienza con el médico tomando la historia clínica del paciente y realizando un examen. Es posible que muchos pacientes no sepan que tienen presión arterial alta. La rotura aórtica puede ocurrir hacia adelante o hacia el corazón, dañando la válvula aórtica y causando insuficiencia cardíaca aguda, o hacia las arterias coronarias, causando infarto. Puede confundirse con un ataque cardíaco. Para el diagnóstico definitivo se requieren métodos de imagen como la ecocardiografía y la tomografía computarizada: todas las disecciones aórticas requieren una intervención urgente. Existen en nuestro país centros muy exitosos que se dedican exclusivamente a la cirugía aórtica.
TOME PRECAUCIONES COMO ESTA
La rotura aórtica es una enfermedad rara pero muy peligrosa. Se debe evaluar rápidamente el tipo de dolor, incluyendo su aparición repentina, su propagación y las molestias que lo acompañan. - Es una condición que se puede prevenir a través de la concientización o puede salvar vidas mediante una intervención temprana. Escucha a tu corazón, escucha las señales de tu cuerpo, toma en serio incluso el dolor más pequeño. Nunca subestime el dolor intenso en el pecho. La presión arterial alta es la principal causa de esta enfermedad. Mida su presión arterial regularmente y no descuide sus medicamentos.
- Si hay antecedentes de enfermedad vascular en tu familia, no descuides los controles con tu médico.
AQUÍ ESTÁN LAS RAZONESLa causa más importante de rotura aórtica es la hipertensión arterial. El diámetro de la aorta al salir del corazón es de 2,5-3,5 centímetros. Como resultado de años de hipertensión no controlada, se produce un aneurisma (vasodilatación) debido a la expansión del diámetro del vaso y la pared aórtica se vuelve más delgada y débil con el tiempo. En este caso la aorta se rompe y puede abrirse hacia afuera. Aparte de esto, las enfermedades genéticas (especialmente enfermedades del tejido conectivo como el síndrome de Marfan y el síndrome de Ehlers-Danlos), las inflamaciones vasculares (vasculitis), los traumatismos (golpes fuertes en la zona del pecho como accidentes de tráfico), el consumo de drogas (especialmente cocaína) y el tabaquismo también aumentan el riesgo porque debilitan los vasos sanguíneos. Se observa 2-3 veces más frecuentemente en hombres mayores de 60 años que en mujeres. Las personas con antecedentes familiares de enfermedad aórtica también corren riesgo.
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