Video. Dordoña: desde la llegada de Colbert hasta el terrible incendio, un viaje totalmente inmersivo en el Castillo de Hautefort

Se han restaurado por completo cuatro salas del Castillo de Hautefort para crear un nuevo recorrido de visita que recorre la historia del edificio, desde el encuentro entre el Marqués de Hautefort y Colbert hasta el terrible incendio que devastó el castillo en 1968.
Se yergue orgullosa e imponente sobre su promontorio, dominando el Périgord Negro. A sus pies, el visitante parece diminuto comparado con sus imponentes torres y su puente levadizo. Sin embargo, hace apenas medio siglo, en 1968, el castillo de Hautefort en Dordoña, el único castillo clásico del siglo XVII en Dordoña, desapareció casi por completo, envuelto por un terrible incendio.

Michel Faure/SO
De este trauma no queda ningún rastro visible en sus fachadas, pues las sucesivas restauraciones han borrado la afrenta. Para celebrar este renacimiento, el Castillo de Hautefort ha abierto un nuevo recorrido al público desde el jueves 1 de mayo, que recorre más de cuatro siglos de historia, desde la fastuosa vida del marqués Jacques-François de Hautefort (1609-1680), el primer renovador del castillo, hasta la terrible noche del 30 al 31 de agosto de 1968.
“Con esta nueva visita, queríamos compartir con los visitantes los diferentes periodos que ha atravesado el castillo, ya sean positivos o negativos”, explica Pierre Mordacq, presidente de la Fundación del Castillo de Hautefort.
Piezas nuevasTapices, carpintería, muebles, paredes... Cuatro estancias del castillo se renovaron por completo en los pocos meses de un proyecto que comenzó en diciembre de 2024. «Fue un verdadero reto lograr tanto en tan poco tiempo», asegura Olivier Bobichon, director del establecimiento. Los artesanos que trabajaron en la obra procedían de la región, incluidos los arquitectos, originarios de Burdeos y ya implicados en la renovación del castillo de l'Herm, también en Dordoña.

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También se han añadido varias piezas nuevas a la colección de la Fundación, entre ellas un retrato del Rey Sol, «con armadura y pañuelo», realizado hacia 1680 por el taller de Charles Le Brun, así como un busto de Colbert. En total, se han invertido 560.000 euros (por la Fundación, la Región Nouvelle-Aquitaine y dos mecenas) para esta restauración, que se propone ser la más importante desde el incendio.
La vida en el siglo XVIIEn la planta baja, en el ala izquierda del castillo, los visitantes están invitados a entrar en la penumbra de los apartamentos del marqués de Hautefort, quien conoció a Jean-Baptiste Colbert, interventor general de finanzas entre 1665 y 1683 y uno de los principales ministros de Luis XIV, el 12 de agosto de 1671 en el castillo. "En el siglo XVII, los castillos estaban reservados tanto para uso privado como político. Era necesario recrear este ambiente particular", explica Pierre Mordacq.

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“No queríamos utilizar una audioguía para ofrecer una experiencia verdaderamente inmersiva, donde el público se involucrara directamente en la vida del castillo”.
Además de las salas simplemente iluminadas por velas eléctricas, se puso énfasis en la escenografía, gracias a un gran sistema de sonido. Un diálogo entre los dos hombres importantes fue imaginado, grabado y transmitido por todo el espacio. "No queríamos utilizar una audioguía para ofrecer una experiencia verdaderamente inmersiva, donde el público participe directamente en la vida del castillo", añade. En esta continuidad se abrieron también las cocinas de la época en las entrañas de la finca.
Inmersión totalInmersión es la palabra clave de este recorrido que tiene como punto central una nueva sala en la que se proyecta en tres paredes una película que narra la catástrofe de agosto de 1968. Vemos la colilla del cigarrillo arrojada despreocupadamente al ático, prendiendo fuego al techo. Las imágenes de archivo se mezclan con reconstrucciones; Se intercalan testimonios y homenajes a la baronesa de Bastard, propietaria del castillo en su momento y que nunca quiso rendirse ante la enormidad del proyecto.

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"Fue una manera de perpetuar su memoria", dice Pierre Mordacq, visiblemente emocionado. Al día siguiente del incendio, la baronesa ya quería reconstruirlo en lugar de abandonarlo, mientras muchos lo creían perdido. "El señor del castillo conoce muy bien esta historia, ya que él mismo está casado con la sobrina nieta de la baronesa de Bastard.

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“Un edificio como este necesita ser abierto y cobrar vida, de lo contrario no tiene sentido”.
A veces se aloja en estos mismos apartamentos por donde vienen a pasear casi 70.000 visitantes. "Hay que abrir un edificio así y darle vida, si no, no tiene sentido", confiesa, admitiendo que encontrarse solo por la noche, o muy temprano por la mañana, en este lugar "añade una atmósfera muy especial". Justo esta mañana, al despertar, con la niebla, fue mágico...
SudOuest