Las recetas de la pluma adelgazante se suspenderán a partir de este lunes

A partir de este lunes (23), las farmacias y droguerías comenzarán a retener recetas de medicamentos agonistas del GLP-1 , conocidos popularmente como plumas adelgazantes.
La categoría incluye semaglutida, liraglutida, dulaglutida, exenatida, tirzepatida y lixisenatida.
La decisión de imponer controles más estrictos a la prescripción y dispensación de ese tipo de medicamentos fue tomada por la junta colegiada de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) en abril y entró en vigor 60 días después de su publicación en el Diario Oficial de la Unión.
En un comunicado, la agencia informó que la medida tiene como objetivo proteger la salud de la población brasileña, “especialmente porque se observó un elevado número de eventos adversos relacionados con el uso de estos medicamentos fuera de las indicaciones aprobadas por Anvisa”.
El análisis, según la agencia, se basó en datos de notificación de VigiMed, un sistema puesto a disposición por Anvisa para que ciudadanos, profesionales de la salud, titulares de registros de medicamentos y patrocinadores de estudios puedan reportar sospechas de eventos adversos relacionados con medicamentos y vacunas.
En un análisis comparativo, el sistema de farmacovigilancia, según la agencia, señaló “muchos más eventos adversos relacionados con el uso fuera de las indicaciones aprobadas por Anvisa en Brasil que los datos globales”.
Al presentar su voto en abril, el presidente interino de Anvisa, Rômison Rodrigues Mota, destacó que incentivar el uso de plumas adelgazantes solo con fines estéticos, acompañado de promesas y testimonios de pérdida de peso rápida y sin la debida supervisión médica, pone en riesgo la salud de los usuarios:
EntenderHablamos de medicamentos nuevos, cuyo perfil de seguridad a largo plazo aún no se conoce por completo. Por lo tanto, el seguimiento y la vigilancia son esenciales. Su uso sin evaluación, prescripción y seguimiento por parte de profesionales cualificados, de acuerdo con las indicaciones autorizadas, puede aumentar los riesgos y los posibles daños para la salud.
Con la decisión de la junta colegiada de Anvisa, la prescripción de medicamentos agonistas del GLP-1, incluidos Ozempic, Mounjaro y Wegovy, deberá realizarse en dos ejemplares, y la venta sólo podrá ocurrir con la retención de la receta en farmacias y droguerías, como es el caso de los antibióticos.
Las recetas tendrán una validez de hasta 90 días a partir de la fecha de emisión, tiempo durante el cual podrán ser utilizadas por el paciente.
Las farmacias y droguerías, a su vez, deberán incluir, en el Sistema Nacional de Gestión de Productos Controlados (SNGPC), el registro de la compra y venta de medicamentos.
Según la agencia, la decisión no altera el derecho del profesional médico a recetar medicamentos para fines distintos a los descritos en el prospecto.
La práctica, conocida como uso fuera de etiqueta, ocurre cuando el médico entiende que, para un paciente determinado, los beneficios del tratamiento superan los riesgos.
“Es una decisión tomada con responsabilidad por el médico y siempre con la debida aclaración al paciente, garantizando que esté bien informado sobre el procedimiento”, destacó Anvisa.
Uso indiscriminadoLa retención de las prescripciones de las plumas adelgazantes ya fue defendida por entidades de salud, entre ellas la Sociedad Brasileña de Endocrinología y Metabolismo, la Sociedad Brasileña de Diabetes y la Asociación Brasileña para el Estudio de la Obesidad y Síndrome Metabólico.
En nota abierta, las entidades mencionan que el uso indiscriminado de este tipo de medicamentos genera preocupación sobre la salud de la población y el acceso de pacientes que realmente necesitan este tipo de tratamientos.
La venta de agonistas del GLP-1 sin receta, aunque irregular, es frecuente. La legislación vigente exige receta médica para la dispensación de estos medicamentos, pero no obliga a las farmacias a conservarla. Esta brecha facilita el acceso indiscriminado y la automedicación, exponiendo a las personas a riesgos innecesarios, señala el documento.
CartaCapital