La ciudad griega con un casco antiguo rodeado de murallas y laberínticas callejuelas

Cuando pensamos en el paraíso perfecto para un viaje de relax fuera de España, las islas griegas con Mykonos, Santorini o Creta a la cabeza son algunos de los lugares más deseados. Pero si te apetece ir un paso más allá y alejarte de los destinos más trillados, en la Grecia continental tenemos una escapada urbana que bien merece unas fantásticas vacaciones. Se trata de Tesalónica, una ciudad a las puertas de Asia con más de 2.300 años de historia, que hoy se muestra como una urbe moderna y enérgica y que te permitirá adentrarte en una cara distinta de Grecia.
Qué visitar en Tesalónica
Punto de encuentro entre Oriente y Occidente, nos adentramos en una ciudad que ha sabido reinventarse convirtiéndose en un destino universitario lleno de ambiente y en el lugar perfecto para unas completas vacaciones. Desde el casco antiguo hasta el paseo marítimo, en poco más de tres kilómetros, iremos encontrando numerosas iglesias, lugares arqueológicos y monumentos.
El primero de ellos: la estatua ecuestre de Alejandro Magno en el paseo marítimo, donde también está la Torre Blanca (del siglo XV), una antigua fortificación bizantina convertida en museo y uno de los emblemas de la ciudad. Y a poco más de 15 minutos andando se encuentra otra visita imperdible: el Museo Arqueológico donde se exhibe el oro de los macedonios y el de la cultura bizantina.
El barrio de Ano PoliDejamos el mar detrás y subimos hasta el casco antiguo, en un paseo que nos lleva por coloridas y laberínticas callejuelas llenas de encanto. De estilo otomano, la ciudad alta está atrincherada tras un cinturón de murallas de siete kilómetros de largo, dominando Tesalónica, y es sin duda el barrio más bonito de la ciudad. En el camino, iremos encontrando lugares como la Iglesia de Santa Catalina y la Torre Trigoniou, sobre la que se eleva el majestuoso Heptapyrgion, la antigua fortaleza bizantina y otomana, conocida como "el fuerte de las siete torres" que en el siglo XIX fue reconvertida en prisión. Por supuesto, no te puedes perder la iglesia de Agios Demetrios. Construida en el siglo VII, es una de las más grandes de Grecia y de las más importantes de la Iglesia Ortodoxa Griega. Durante el periodo otomano fue reconvertida en mezquita y tras la independencia griega retomó su carácter ortodoxo.

Otra de las visitas religiosas obligadas es la iglesia de Santa Sofía, que no es la de Estambul, aunque sí que se inspira en ella. Clasificado como patrimonio mundial por la UNESCO, esta joya bizantina es una de las iglesias más antiguas de Tesalónica. Fue construida en el siglo V, destruida por un terremoto y reconstruida en el siglo VII. Está ubicada en el centro de la ciudad.
No hay ciudad de Grecia, sin ruinas
Aunque El Partenón, el Teatro de Dioniso, el Ágora de Atenas y el Santuario de Delfos son quizá los más famosos restos de la Grecia Antigua, en Tesalónica también podrás disfrutar de una importante dosis de arte visitando, el Ágora de Tesalónica (del siglo III a.C), centro social y religioso de la Tesalónica romana. Se encuentra en la parte baja de la ciudad, así como el Arco de Galerio, construido entre los años 299 y 305 y dedicado a este emperador para conmemorar su victoria contra los persas y los sasánidas. Está declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Por cierto que el Arco de Galerio es además un punto de encuentro habitual entre los jóvenes universitarios, lo que ha hecho que esta zona se convierta en uno de los lugares de moda con numerosos bares, pequeños restaurantes y lugares alternativos repletos de ambiente.

Los mercados siempre son una visita obligada para conocer cómo respira cualquier ciudad y sumergirse en su identidad culinaria, sobre todo para los amantes de la gastronomía. Y en Tesalónica hay dos que queremos recomendarte. El primero de ellos es el de Ágora Modiano, que fue construido entre 1922 y 1925, tras un incendio, en el solar de la antigua sinagoga Talmud Tora. Se encuentra en el centro histórico. El otro, el de Kapani, es el mercado público abierto más antiguo de la ciudad, y también el más pintoresco. Su existencia se remonta hasta el siglo XV y aún mantiene el estilo y ambiente de la vieja Tesalónica.
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