El curioso pueblo de Portugal conocido como 'la capital del barro': tiene más de 20 alfarerías

En la frontera entre Portugal y España hay centenares de pueblos que son perfectos destinos de turismo rural y que no muchos conocen, y es que hay numerosas localidades de pequeño tamaño que son muy especiales. Una de las más increíbles es la de Sao Pedro do Corval, situada en la conocida comarca de Alentejo, y aunque no destaque por tener un patrimonio arquitectónico excelso, la realidad es que es una de las villas más pintorescas de todo el país luso.
Situado a 26 kilómetros de España y del pantagruélico embalse de Alqueva, este pueblo de unos 1.570 habitantes pertenece al municipio de Reguengos de Monsaraz, y su principal atracción turística no es ningún monumento ni ningún enclave natural de gran belleza, sino la enorme tradición cerámica que todavía impera en la villa. Sao Pedro do Corval es la capital alfarera de esta zona de Portugal, y por ello acercarse a ella y conocer sus maravillas de barro es una opción ideal para una excursión.

La 'joya' arquitectónica de Sao Pedro do Corval es la Ermita de Nuestra Señora de Rosario, un bonito templo del siglo XVI que destaca por la blancura de sus paredes y por los toques de azul que se pueden ver en su campanario. Además, a pocos kilómetros de la localidad se encuentran las ruinas del Castillo de Azinhalinho y unos increíbles menhires que datan de la época prehistórica, aunque lo que mejor se puede hacer en la localidad es pasear por sus estrechas calles.
En el casco urbano del pueblo se pueden encontrar hasta una veintena de alfarerías, y es que en esta villa portuguesa la tradición cerámica se remonta siglos atrás. A pesar del paso del tiempo, los vecinos de la freguesía han seguido manteniendo vigente el método de trabajo para hacer auténticos tesoros con el barro, y quienes visiten Sao Pedro do Corval podrán descubrir tanto las joyas que hacen los artesanos de la localidad como la ancestral manera de hacerlas.

Visitar alguna de las conocidas olarias y aprender como se realizan estas espectaculares obras de arte cerámicas es una manera perfecta de pasar unas horas del fin de semana. Además, al encontrarse muy cerca de la frontera con España, Sao Pedro do Corvao es un lugar perfecto para hacer una excursión de un solo día y así descubrir un desconocido pueblo portugués que esconde maravillas.
La localidad de Sao Pedro do Corvao se encuentra a tan solo una hora y media por carretera de la ciudad de Badajoz. Para ir desde la urbe extremeña, hay que tomar la EX-107 y después encarar la N256 para llegar hasta el casco urbano del pueblo.
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