Alimentos altamente procesados: comerlos pone en peligro la salud


Es rápido, conveniente y tiene buen sabor, al menos para algunas personas: las comidas congeladas también se conocen como "cenas de TV". Sin embargo, sería más saludable comer alimentos menos procesados. / © Adobe Stock/Monkey Business
Los alimentos ultraprocesados (UPF) son productos industriales basados en sustancias alimentarias y aditivos altamente procesados. En la clasificación NOVA , que divide los alimentos en cuatro grupos según el grado de procesamiento, estos se asignan al cuarto grupo. Esta clasificación no dice nada sobre los ingredientes o las calorías; Sin embargo, los UPF suelen tener un alto contenido calórico y bajo en nutrientes.
Los estudios han demostrado una relación entre el consumo de UPF y diversas enfermedades no transmisibles como la obesidad, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y el cáncer. Ahora, investigadores dirigidos por el Dr. Eduardo Nilson de la Universidad de Sao Paulo en Brasil analizaron el consumo de UPF como factor de riesgo de mortalidad prematura. Publicaron los resultados de su estudio en el American Journal of Preventive Medicine .
El estudio se basó en un metanálisis de dosis-respuesta de siete estudios de cohorte prospectivos en ocho países (Australia, Brasil, Chile, Canadá, Colombia, México, Estados Unidos y Reino Unido). Se incluyeron un total de 239.982 participantes de entre 30 y 69 años y se notificaron 14.779 muertes. Además, los investigadores modelaron escenarios basados en encuestas nacionales de nutrición y datos de mortalidad.
Los resultados muestran una clara relación dosis-respuesta lineal: cada aumento del 10 por ciento en la proporción de UPF en la ingesta total de energía se asoció con un aumento del 2,7 por ciento en el riesgo de muerte. La proporción de muertes prematuras atribuibles al consumo de UPF varió considerablemente entre países, desde el 3,9 por ciento en Colombia hasta el 13,8 por ciento en el Reino Unido y el 13,7 por ciento en los Estados Unidos. Especialmente en los países de alto consumo, la UPF representó más del 50 por ciento de la ingesta diaria de energía.
Los investigadores analizan la proporción generalmente alta de azúcar, sal y grasas no saludables en la UPF como posibles mecanismos de acción, junto con el agotamiento de nutrientes. La adición de emulsionantes, colorantes y, a veces, sustancias tóxicas, que pueden tener efectos proinflamatorios y metabólicos, también podría contribuir al aumento observado del riesgo de muerte.
Además, según los investigadores, el procesamiento intensivo conduce a una absorción más rápida y a una regulación alterada de la saciedad. El hecho de que la UPF también esté desplazando de la dieta de los consumidores alimentos tradicionalmente ricos en nutrientes y mínimamente procesados hace el resto. Todo
Estos factores podrían aumentar sinérgicamente el riesgo de obesidad, diabetes, enfermedades cardiovasculares y cáncer, contribuyendo en última instancia a una mayor mortalidad general.
Los resultados del estudio confirman que el consumo de UPF supone una amenaza importante para la salud, especialmente en países donde la oferta y el consumo de alimentos altamente procesados es elevado. En consecuencia, los investigadores piden medidas políticas como restricciones publicitarias, políticas fiscales, pautas dietéticas e iniciativas de etiquetado para reducir la exposición a la UPF y mejorar la salud pública a largo plazo.

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