Nuevo Sistema de Entrada a la UE (SEE): Qué deben saber ahora los viajeros en el aeropuerto de Frankfurt

Un sonido intenso y mecánico. La presión breve y firme del sello al tocar el papel, sellando el paso a otro mundo con tinta violeta. Este sonido, este pequeño acto de cruzar fronteras, pronto será historia. Será reemplazado por el silencio estéril de una máquina, el cristal frío contra el que uno presiona los dedos y un haz de luz roja que mide el rostro. Europa está digitalizando sus fronteras, y el Aeropuerto de Fráncfort está a la vanguardia.
Lo que Bruselas llama en su prosa típica el «Sistema de Entrada/Salida» (SEE) Es, de hecho, uno de los cambios más profundos en los viajes desde la introducción del Acuerdo de Schengen. A partir del 12 de octubre, la era de los sellos en el pasaporte terminará para todos los viajeros que no sean ciudadanos de la Unión Europea.
La tecnología detrás del control fronterizo biométricoLa justificación oficial de este enorme esfuerzo es dificultar el fraude de identidad y mantener el control de las fronteras exteriores. Pero la realidad técnica va mucho más allá. El sistema es más que un libro de visitas digital. Es un ojo vigilante que revisa el historial del viajero en cada entrada y calcula los días restantes de estancia en tiempo real.
A diferencia del sello analógico, este no se pierde ni un segundo: la estancia sin visado de 90 días se monitoriza al instante. Si se excede el límite, el sistema alerta automáticamente a las autoridades de seguridad nacional. Además, los datos biométricos capturados (cuatro huellas dactilares y una imagen facial) se comparan con numerosos registros europeos de seguridad y personas buscadas, así como con bases de datos de Interpol. Esto convierte cada entrada en un control de seguridad exhaustivo.
El procedimiento para entrar en el aeropuerto de FrankfurtEl proceso en sí está estandarizado: el pasaporte, la huella dactilar y el rostro se escanean en la máquina. Pero los cambios drásticos no se están produciendo. Bruselas ha planeado un periodo de transición de seis meses para evitar el caos. La buena noticia: el sello familiar en el pasaporte seguirá existiendo inicialmente en paralelo mientras el sistema se implementa gradualmente. Por lo tanto, la despedida del antiguo ritual será fluida.
Sin embargo, la transición será inicialmente una prueba de paciencia para los millones de empresarios y turistas que llegan a Europa vía Fráncfort cada año. Las autoridades prevén retrasos, ya que el contacto inicial con el sistema lleva más tiempo que el trámite rutinario de un pasaporte.
El primer contacto: Cuatro pasos en la máquina
El proceso en la nueva terminal de autoservicio se divide en unos pocos pasos claros, que la primera vez llevan unos minutos.
- Escaneo de su pasaporte: Primero, coloque el pasaporte biométrico abierto sobre la superficie de vidrio designada. El sistema lee automáticamente sus datos personales.
- Enviar huellas dactilares: Luego, el dispositivo le pide que coloque las yemas de cuatro dedos de su mano derecha sobre otro sensor hasta que se confirme el escaneo.
- Toma de una imagen facial: Para la foto biométrica, mire directamente a la cámara del dispositivo. Quienes usen gafas deben quitárselas brevemente para evitar reflejos.
- Comprobación final: Una vez que la máquina haya registrado todos los datos, se dirige al mostrador de un guardia fronterizo para una última comprobación presencial. El guardia verifica los datos registrados y toma la decisión final sobre la entrada.
Y el SES es solo el comienzo. El siguiente elemento fundamental es el Sistema Europeo de Información y Autorización de Viajes (SEIAV). Está en sus inicios, con su lanzamiento previsto para finales de 2026. Similar al procedimiento ESTA estadounidense, todos los viajeros sin visado deberán registrarse en línea antes de su viaje y pagar una tarifa. El rastreo digital será más preciso, el viajero más transparente. Y el rico sonido del sello finalmente se desvanecerá en el silencio infinito de una base de datos.
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