Cine | »Muxmäuschenstill X«: Revuelta radical
Aquellos que se dice que están muertos viven más tiempo, como es el caso de Mux, el personaje de culto de Jan Henrik Stahlberg . En el falso documental "Muxmäuschenstill" de Marcus Mittermeier, él solo castigó a "criminales serios" como orinadores en piscinas, evasores de tarifas y conductores a exceso de velocidad, grabando sus actos de penitencia en video. En la secuela, “Muxmäuschenstill X”, regresa como una figura radical de Robin Hood después de años en estado vegetativo.
Mux, quien como siempre está insatisfecho con la sociedad, declara la guerra al neoliberalismo a través del “Manifiesto del Muxismo”. Comienza en la parte más profunda de Mecklemburgo-Pomerania Occidental, en Elstertrebnitz en Mulde, y esta vez su cuidador de larga duración de 20 años, Karsten (Tilman Vellguth), documenta sus acciones con su teléfono móvil. Contrata a personas desempleadas para su misión de mejorar el mundo. Los simpatizantes que viven todos en la misma casa reciben 3.000 euros al mes. Pensamientos como estos encajan bien con la película. Irónicamente, para muchos, el dinero es la prioridad, no el idealismo. Mux utiliza el capitalismo para patear no hacia abajo sino hacia arriba.
Mux utiliza el capitalismo para patear no hacia abajo sino hacia arriba.
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El revolucionario conoce la solución a problemas como el desempleo de larga duración y la brecha cada vez mayor entre ricos y pobres: el trabajo solidario. Según el lema “Convierte 3 en 4”, tres personas deberían trabajar un día menos por semana, creando así espacio para un puesto adicional. Este trabajo lo pagan personas que han llegado a lo más alto de la pirámide de riqueza. El hecho de que esto no ocurra voluntariamente está en la naturaleza del Mux. Él impone sus ideas por la fuerza si es necesario, encuentra a evasores fiscales pirateando cuentas bancarias y los chantajea para que compren sus deudas. También tienen que limpiar –literalmente– el desastre que ellos mismos han causado. El banco de alimentos les proporciona sopa de guisantes, mientras los necesitados disfrutan de sus comidas en el restaurante con estrella Michelin.
Para crear la impresión de que se trata de grabaciones auténticas realizadas con teléfonos móviles, el director y actor principal Jan Henrik Stahlberg utiliza material de vídeo y audio mal expuesto. De vez en cuando, Mux aparece como narrador, intercalando sus pensamientos sobre las "élites desatendidas a través del autoenriquecimiento", pero la mayoría de las veces da un paso atrás en favor de imágenes documentales falsas. »Muxmäuschenstill X« no es una película al uso, sino que traslada la realidad imaginada al cine. Aunque se exagera la figura del psicópata Mux, no así los mecanismos por los cuales se crean los movimientos políticos.
Mux busca proximidad con los ciudadanos, toca timbres y se dirige a los sin techo y desempleados que lo apoyan, su eslabón más débil. Organiza una reunión política mientras disfrutas de una deliciosa comida de barbacoa, creando un sentido de comunidad a través de actividades compartidas y tardes sin preocupaciones juntos. En un momento de la película, una mujer grita emocionada: "¡Aquí vamos! ¡Por fin está pasando algo!". Probablemente, esto no esté tan lejos de la realidad de algunas personas.
Con sus máscaras blancas con la M, los muxistas parecen “Anónimos para los pobres”. Mux es retratado como un personaje de Don Quijote que finalmente ha descubierto cómo ganar una pelea contra molinos de viento (molino de viento contra molino de viento). Mux es un luchador solitario que quiere cambiar el mundo entero. Al igual que en la película anterior, vuelve a buscar una musa y figura decorativa (Sophie Roeder), quien, como casi todos los demás personajes secundarios, es demasiado pálida.
Sólo se destaca la directora de relaciones públicas (Bettina Hoppe), que lo enfrenta como un "viejo hombre blanco". El humor negro de la primera película de Mux sólo aparece en "Muxmäuschenstill X" porque la película persigue un objetivo completamente diferente. Acusa –a través de la representación de un pequeño burgués– a los evasores fiscales y a los políticos que se centran en la riqueza y ofrece soluciones, aunque algo simplistas, a los problemas actuales.
Stahlberg puede hacer más que simplemente entretener. Para poder mostrar la película al mayor número de personas posible, desde el año pasado está realizando una gira por zonas rurales con proyecciones gratuitas. Todo aquel que lo desee puede unirse al “Club Muxistas” por una sociedad más justa y solidaria en la vida real.
»Muxmäuschenstill X«: Alemania 2024. Dirigida y escrita por Jan Henrik Stahlberg. Con: Jan Henrik Stahlberg, Tilman Vellguth, Bettina Hoppe, Sophie Roeder, Henriette Simon. 103 minutos. Proyectando en cines.
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