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¿Qué pasó con la moral? ¿Ha desaparecido o se ha suspendido?

¿Qué pasó con la moral? ¿Ha desaparecido o se ha suspendido?

¿Qué pasó con la moral? ¿Ha desaparecido o se ha suspendido?

Los estafadores engañaron a la persona con la mentira de "oportunidades de trabajo en el extranjero" y obtuvieron una ganancia de aproximadamente X millones de liras. Cuando el estafador XY fue llevado a juicio, les dijo a los periodistas que le preguntaron "¿Por qué lo hizo?": "¿Qué puedo hacer si la gente es estúpida? Si no lo hago yo, alguien más lo hará".

Con frecuencia nos encontramos con cientos de incidentes o noticias similares. No solo se trata de este tipo de estafas individuales, sino también de la percepción de un aumento de la conducta inmoral en otros contextos de la sociedad en su conjunto.

¿QUÉ ES LA MORALIDAD?

La moral son los principios que se toman como base para evaluar los comportamientos como apropiados o inapropiados, el sistema de creencias o conjunto de valores relacionados con el comportamiento correcto. En este punto, la moral se ocupa de los comportamientos correctos-incorrectos, buenos-malos de los individuos en la vida social, las reglas en las relaciones interpersonales, los patrones de comportamiento justos y las normas sociales. La actitud moral es un compromiso casi obligatorio que es inherentemente estructural en la naturaleza humana, está bien establecido a través del aprendizaje y la socialización, y consiste en comportamientos necesarios para el orden de la vida social y nuestra existencia. Entonces, aunque la moral es una de las características que hacen humana a una persona, ¿cómo es que las actitudes morales se dejan de lado y pueden ocurrir comportamientos como el robo, el abuso, el maltrato, el soborno, la falsificación, el engaño, etc., que dañan principalmente a otras personas?

¿CÓMO SE CORROMPE LA MORALIDAD?

Una de las teorías más ilustrativas para comprender la dimensión psicológica de esta situación es la teoría de la Desconexión Moral , desarrollada por el famoso psicólogo cognitivo-conductual Albert Bandura. Según Bandura, incluso individuos que normalmente son cariñosos, compasivos y comprometidos con los valores morales pueden volverse cómplices de graves violaciones éticas o incluso crímenes atroces cuando entran en juego ciertos mecanismos psicológicos. Esta teoría nos ayuda a comprender cómo los individuos legitiman sus propios comportamientos y cómo se distancian de la responsabilidad moral.

¿QUÉ ES LA RUPTURA MORAL?

Según la teoría de la desconexión moral, las personas regulan su comportamiento mediante los estándares morales que desarrollan a lo largo de su vida. En circunstancias normales, este mecanismo de control interno permite evitar comportamientos perjudiciales. Sin embargo, en el caso de la desconexión moral (es decir, la suspensión de los mismos), este control interno se desactiva temporalmente y la persona puede exhibir comportamientos que normalmente no aceptaría. La desconexión moral no implica que la persona abandone por completo sus valores morales, sino que suspende selectivamente la influencia de estos valores en determinadas situaciones. Este proceso suele ocurrir de forma automática y la persona utiliza diversos métodos cognitivos para justificar su comportamiento.

OCTAVO MECANISMO DE LA SUSPENSIÓN DE LA MORAL

Esta teoría propuso que el desapego moral ocurre a través de ocho mecanismos principales:

1. Justificación moral

En este mecanismo, las conductas dañinas se legitiman con la afirmación de que sirven a valores morales sublimes. Un estudiante que copia en un examen justifica su comportamiento diciendo: «Todos copian de todas formas; si no lo hubiera hecho, otros habrían sacado mejores notas. Mi entorno familiar no es propicio para el estudio; no hay igualdad de oportunidades; estoy actuando para garantizar la igualdad de oportunidades copiando».

2. Etiquetado encubierto

Las acciones dañinas se expresan con términos más suaves y agradables que ocultan su verdadera naturaleza. Por ejemplo, las guerras o los ataques terroristas se denominan «ejecución de la justicia» o «castigo del mal», mientras que las muertes de civiles se consideran una «necesidad» o «daños colaterales».

3. Comparación con el mal

La persona o el grupo intenta hacer que su propio comportamiento dañino parezca relativamente inocente comparándolo con ejemplos peores. Un ejecutivo de una empresa vertió ilegalmente residuos perjudiciales para el medio ambiente en un arroyo. Al ser cuestionado sobre esta acción, se defiende diciendo: «Sí, quizá lo que hicimos estuvo mal, pero al menos no vertemos abiertamente productos químicos tóxicos al mar como la Compañía X. Lo que ellos hacen es mucho peor que lo que hacemos nosotros».

4. Transferencia de responsabilidad

La responsabilidad del comportamiento dañino se atribuye a superiores, órdenes o circunstancias externas. Un padre se entera de que su hijo acosa a otro niño en la escuela. Al hablar con el maestro, atribuye la responsabilidad a la escuela o al maestro diciendo: "Mi hijo se comporta así porque el maestro no le presta suficiente atención y no hay disciplina en la escuela. Yo le enseñé todo, no es mi culpa".

5. Dilución de la responsabilidad

En las conductas perjudiciales que se llevan a cabo en grupo, la responsabilidad se distribuye entre los miembros, lo que reduce los sentimientos de culpa individuales. Por ejemplo, en un entorno laboral, se acerca la fecha límite de un proyecto importante y todos en el equipo se dan cuenta de que el proyecto no avanza. Sin embargo, nadie toma la iniciativa ni actúa para corregir la situación. Todos piensan: «No es solo mi responsabilidad, otros también harán algo» o «Hay mucha gente en el equipo, seguro que alguien se encargará». Al final, el proyecto no se completa y fracasa.

6. Distorsionar o ignorar los resultados

El daño real causado por un comportamiento perjudicial se minimiza, se distorsiona o se ignora por completo. Una fábrica vierte sus residuos directamente a un arroyo sin pasar por una planta de tratamiento para reducir los costos de producción. Cuando llegan los inspectores ambientales, el dueño de la fábrica minimiza o niega por completo las posibles consecuencias negativas de sus acciones, diciendo: «Estos residuos no causan tanto daño al medio ambiente. Al fin y al cabo, el agua corriente no acumula suciedad ni se limpia sola, así que ¿qué sentido tiene tan pocos residuos? Están exagerando».

7. Deshumanización

Las víctimas son vistas como seres no humanos, normalizando así las conductas perjudiciales contra ellas. Por ejemplo, en las redes sociales, quienes difunden discursos de odio contra miembros de un grupo étnico o religioso en particular menosprecian su dignidad y derechos humanos al etiquetarlos con términos despectivos como "terroristas", "parásitos" o "inmundicia". De esta manera, la discriminación, las amenazas de violencia o los abusos contra ese grupo se legitiman ante quienes los difunden.

8. Culpar a la víctima

La causa y la responsabilidad del comportamiento dañino recaen sobre la víctima. Por ejemplo, en casos de violencia contra la mujer en nuestro país, los agresores suelen usar argumentos que culpan a la víctima, como: "Me hizo enojar", "No cocinó", "No me escuchó", "Me fue infiel", "Me engañó", "Me insultó".

¿QUÉ HACER?

Un mundo más moral será más bello, más habitable y más feliz. Comprender cómo funciona el mal es esencial para detenerlo y construir un mundo más pacífico, mejor, más justo y más ético.

La psicología nos dice que el mal a menudo no se alimenta de intenciones monstruosas, sino de la suspensión casi inconsciente y silenciosa del propio control moral interno por parte de la gente común. Al estar atentos a estos mecanismos, podemos descubrir juntos que el comportamiento moral de cada persona es el mejor camino para sí misma y para la humanidad. De lo contrario, lamentablemente, seguiremos luchando en la oscuridad y engañándonos con pequeñas ganancias temporales.

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