Los muros de las ruinas de Ani se han mantenido en esplendor durante siglos.

Situada en el valle donde pasa el río Arpaçay en Kars, Ani, que fue gobernada por los bagrátidas entre 884-1045 y por los bizantinos entre 1045-1064, fue conquistada por el sultán seléucida Alp Arslan el 16 de agosto de 1064.

Cristianos y musulmanes convivieron en el sitio arqueológico de Ani, que se estableció en un área de aproximadamente 100 hectáreas y fue gobernado por la dinastía Bagratid, los bizantinos, los grandes selyúcidas, el reino georgiano, los mongoles, los ilkhanates, Karakoyunlu, Akkoyunlu y el Imperio otomano a lo largo de la historia.

Por esta razón, Ani, que también es llamada la "Ciudad Mundial", "Cuna de Civilizaciones", "Las Mil y Una Iglesias" y "Ciudad de las 40 Puertas", tiene muchos edificios históricos que son tesoros culturales, así como edificios religiosos como mezquitas, iglesias y catedrales.

Ani, que acoge cada año a numerosos turistas locales y extranjeros, es la primera puerta de entrada del Cáucaso a Anatolia en la historia y destaca por sus obras arquitectónicas turco-islámicas de los siglos XI y XII, fue incluida en la Lista del Patrimonio Mundial por la UNESCO en 2016.

Las magníficas murallas que rodean el yacimiento arqueológico de Ani, de las cuales aproximadamente 5 kilómetros aún se conservan, también atraen la atención de los visitantes. Los grabados en las paredes, algunas de las cuales son de dos pisos, también muestran las huellas de las civilizaciones que habitaron allí.

El director de excavaciones del sitio arqueológico de Ani, Prof. Asociado Dr. Muhammet Arslan, declaró a un corresponsal de AA que Ani, inscrita en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 2016, es una de las ciudades más importantes de la Edad Media, con vestigios arquitectónicos que esperan ser excavados tanto en la superficie como bajo tierra.

Arslan señaló que las murallas del yacimiento arqueológico de Ani se construyeron en el siglo IX durante el reinado de Bagratid: «Sabemos que estas murallas fueron las más dañadas durante la guerra entre el sultán Alp Arslan y el ejército bizantino en 1064. El sultán Alp Arslan ordenó la reparación y reconstrucción de estas murallas como su primera medida tras la conquista. De hecho, la inscripción al respecto se colocó en la Puerta de los Leones y se considera la primera inscripción turco-islámica en Anatolia».

Arslan explicó que los muros eran muy fuertes para su época y todavía existen, y continuó así:

Aunque han transcurrido casi 1000 años, las murallas aún conservan su monumentalidad y sólida estructura. Especialmente las murallas que se abren a esta llanura septentrional fueron de dos pisos, mientras que las de otras direcciones fueron de un solo piso debido a la presencia de ríos como los arroyos Arpaçay, Mığmığ y Bostanlar, que se encuentran aquí, y tienen una enorme longitud de casi 5 kilómetros.

Arslan afirmó que hay siete puertas en los muros de aproximadamente 5 kilómetros de largo y señaló lo siguiente:

La más importante de estas es la Puerta de los Leones, que también es la puerta principal que da acceso a Anatolia y Kars. Inmediatamente al oeste de esta puerta se encuentran la Puerta de Çiftebeden y la Puerta de Uğurun, o la Puerta Secreta. Siguiendo hacia el este desde la Puerta de los Leones, encontramos la Puerta del Ajedrez o Puerta de Hıdırellez, que simboliza un importante mundo figurativo del arte turco, con figuras de dragones y toros en los bastiones a ambos lados. Al continuar, podemos decir que las murallas están rodeadas por la Puerta de Mığmığ Deresi, la Puerta de Bağ Sekisi y la Puerta de Divin. La Puerta de Divin es importante aquí porque esta puerta, que actualmente se encuentra en el punto cero de la frontera con Armenia, recibió su nombre de Divin, que también fue una importante ciudad de la Edad Media y de los selyúcidas. Hoy en día, continúa existiendo prácticamente intacta.