Labubu está entrando en terreno peligroso. Tenía que terminar así.

Cuando oímos "falsificaciones", pensamos en bolsos de Chanel o zapatillas Nike, no en monas figuritas. Y, sin embargo, Labubu, la adorable mascota, se ha convertido no solo en un símbolo de estilo, sino también en un bocado tentador para los falsificadores.
Imagina una criatura adorable y ligeramente monstruosa que ha conquistado los corazones de las fashionistas más acérrimas. Labubu , una figura nacida de la imaginación del artista hongkonés Kasing Lung , debutó como un juguete adorable y de la noche a la mañana se convirtió en un símbolo de… lujo. Filas en los Pop Mart , precios que alcanzan miles de dólares y precios desorbitados en las subastas: todo esto convirtió a la mascota Labubu en un dispositivo de culto. Pero ¿qué ocurre cuando la publicidad supera los límites de la razón? Pues bien, en este dulce mundo han entrado… las falsificaciones .

Hace apenas unos años, Labubu era una curiosidad para los coleccionistas asiáticos. Hoy, las pequeñas figuras se colocan en bolsos Birkin y se fotografían en alfombras rojas.
Exclusividad, ediciones limitadas y precios en aumento en el mercado secundario: todo esto despertó la imaginación no solo de los fanáticos, sino también… de los falsificadores .
Además, no hablamos de juguetes baratos de bazar , sino de " superfalsificaciones ", o imitaciones 1:1 que son exactamente iguales a las originales. ¿El precio? Unos 430 yuanes (60 dólares) por un set de seis figuras , no mucho menos que las oficiales. Para los menos exigentes, existen imitaciones "shanzhai", o de menor calidad , con pequeños cambios en el nombre (Labubu se convierte en Lafufu), por poco más de 190 yuanes (unos 27 dólares).
El lado oscuro de Labubu: Fábricas secretas y un mercado similar al del negocio de las drogasEl interés de Labubu ha desatado una oleada de actividad en la zona gris. Hay informes en línea de fábricas clandestinas con cinco líneas de producción que funcionan tres turnos al día. Los envíos de falsificaciones se realizan en un ambiente de conspiración que recuerda al narcotráfico . Incluso se sospecha que las mismas fábricas OEM que producen los originales también fabrican falsificaciones en su tiempo libre…
Labubu como HermèsEl furor en torno a Labubu ha traspasado fronteras: en China, ya existen servicios de alquiler de figuras raras para eventos o sesiones de fotos . Prueba de su estatus de lujo es que , en 2024, la plataforma CheckCheck comenzó a ofrecer servicios de autenticación de Labubu , al igual que para zapatillas o accesorios de diseño.
La historia de Labubu demuestra que, en la era de las redes sociales, incluso un juguete puede convertirse en un símbolo de estilo y un objeto de deseo con un precio superior al salario de un mes. Y donde nace el lujo , también se crean imitaciones, porque nadie quiere quedarse atrás.
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