El final <i>de Forever</i> es un homenaje agridulce al primer amor
Spoilers a continuación.
El último episodio de Forever de Netflix comienza exactamente como empezó la temporada: en una elegante fiesta de Nochevieja. Solo que esta vez, Keisha (Lovie Simone) y Justin (Michael Cooper Jr.) no se llevan muy bien. Siguen en medio de una discusión que comenzó al final del último episodio, pero, como muchas de sus peleas, se resuelven rápidamente después de la fiesta y todo queda perdonado.
Luego, repasamos rápidamente su último semestre del último año de secundaria en un montaje extendido que muestra la evolución de su relación hasta la noche del baile de graduación. Tras una larga noche de fiesta, Justin le comenta a Keisha que está considerando ir a la Universidad Howard con ella para poder seguir pasando tiempo juntos. Sin embargo, a ella no le entusiasma. Su plan original era ir a universidades separadas y vivir sus propias experiencias, y luego volver juntos en las vacaciones y durante el verano para hablar de sus respectivas vidas. Pero esta conversación ilustra que sus deseos son muy diferentes: ella desea independencia y a él no le importaría un poco de codependencia. Así, surge otra pequeña pelea.
Más tarde, Justin asiste a un evento de la Universidad Northwestern con su madre, donde conoce a la decana de su futura universidad. Ella está emocionadísima de que vaya a su alma máter, pero él no podría estar menos interesado. Se siente un poco perdido porque no tiene ningún interés en ir a esa universidad, ni a ninguna otra, de hecho. También le cuesta aceptar la idea de ir a otra universidad de mayoría blanca que sus padres le han elegido. Entonces nos enteramos de que se aferra demasiado a Keisha porque no sabe qué quiere fuera de su relación. Así que decide romper con ella para averiguarlo.
Ella no lo toma bien. No entiende por qué necesita romper con ella para "subir de nivel". Pero él responde que lo hace para que ambos puedan subir de nivel, y que también teme impedirle alcanzar sus sueños. Tras escucharlo, ella accede, pero con una condición: que valga la pena la ruptura. Si no va a luchar por su relación, lo menos que puede hacer es luchar por sí mismo.
Luego pasamos a una escena donde Justin confronta a sus padres para decirles que no quiere ir a Northwestern porque quiere ser productor musical. Les propone posponer su admisión un año para dedicarse a la música y, si no lo consigue, estudiará. Sus padres lo miran con incredulidad y se alejan sin decir palabra.
Pasaron dos meses, y Keisha y Justin se encontraron por casualidad y se pusieron al día de sus vidas. Keisha se va a Howard la semana que viene. Justin está tomando un curso de producción e ingeniería musical mientras trabaja en CVS para pagarlo. Ella le dice que está orgullosa de él y quedan para cenar esa noche como despedida final.
Quedan para comer ramen, un guiño a lo que él sugirió para su primera cita en el primer episodio. También le da un regalo de graduación: una bolsa de lona HUF que le compró cuando se conocieron. Espera que le sirva para atletismo. Cuando ella dice que debería haberle dado un regalo, él responde que ya lo había hecho. Le dice que si no fuera por ella, seguiría viviendo una vida que no le pertenece.
Después de cenar, se preguntan si estarán listos el uno para el otro dentro de 10 años. Se dan un largo abrazo y él le da un dulce beso en la frente. Mientras se alejan, empieza a sonar la versión de "Moon River" de Frank Ocean.
En una entrevista con ELLE.com , Simone dijo que cree que Keisha y Justin eventualmente reavivarán su relación en el futuro. "No sé cómo será ni qué momento los une, pero creo que se vuelven a ver y los sentimientos resurge". Pero por ahora, son dos vagabundos que se van a ver el mundo.
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