En Montreuil, la fábrica poética de Tatiana Trouvé

Un pedacito de Montreuil se ha instalado en Venecia. En el último piso del Palazzo Grassi, museo de la Colección Pinault, al final de su exposición «La extraña vida de las cosas» (hasta el 4 de enero de 2026), la artista visual Tatiana Trouvé ha llenado una sala con los objetos que habitualmente guarda en el sótano de su estudio en las afueras de París.
Reproducciones en bronce de zapatos, bolsos, candados, transistores, jaboneras escolares, llaveros y flores secas. Hace unas semanas abandonaron el taller para dirigirse a la laguna. "No los extraño", sonríe el artista franco-italiano, nacido en 1968. "Sé que volverán. En fin, es el ABC de mi obra, mi vocabulario".
Tatiana Trouvé, figura del arte contemporáneo, ganadora del prestigioso premio Marcel Duchamp en 2007, expuesta en 2022 en el Centro Pompidou, está acostumbrada a acumular todo tipo de objetos. Ella busca a algunos y se topa con otros por casualidad. Luego realiza moldes que enriquecen sus obras. Al igual que su serie de “Collares”, frágiles creaciones formadas por baratijas encontradas en diversas ciudades: Venecia, Montevideo, Buenos Aires… Otros objetos inspiran sus esculturas y grandes dibujos. «No hago distinción entre los medios —asegura— ni entre las escalas de las obras. Pero aquí todo se hace a mano.»
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Le Monde