Damelevières. El centro de ocio, una joya que hay que conservar.
Solo faltan las cigarras. Y aun así... En Damelevières, entre Nancy y Lunéville, el centro de ocio te sumerge en las vacaciones y su ambiente veraniego. Una bolera, una pista de pump track, una piscina al aire libre, zonas de relax... En resumen, no faltan actividades en este centro, creado originalmente por el comité de empresa ferroviario. Acondicionaron los espacios antes de que todo volviera a manos del municipio. Desde el dique, construido al final del estanque en la década de 1980, ya no era posible nadar.
Aquí es donde el municipio de Damelevières construyó la piscina al aire libre que aún hoy deleita a grandes y pequeños.
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En 2014, Damelevières decidió renovar todo el parque de viviendas mediante mejoras en el aislamiento de los edificios. Posteriormente, se trabajaron en las instalaciones compartidas, la zona polideportiva con el estadio municipal, la creación de una pista de pump track y una pista de aprendizaje para bicicletas. «También instalamos mesas de ping-pong, tableros de ajedrez y aparatos de fitness para todas las edades», explica el alcalde Christophe Sonrel. En cuanto a la piscina exterior, se cambió el sistema de filtración y el revestimiento. Se crearon plazas de aparcamiento fuera de la zona, convirtiendo las zonas de ocio en exclusivas para peatones.
Cada verano, durante los dos meses de mayor afluencia de julio y agosto, entre 18.000 y 20.000 personas visitan la piscina exterior, donde el baño está supervisado (entrada: 4 € para adultos, 2,50 € para menores de 18 años y gratuita para menores de 3 años). A lo largo del año, cientos de miles de personas visitan la zona.
Un proyecto de tres años que se materializó hace unas semanas. Un proyecto también codesarrollado con un grupo de 25 ciudadanos, en el que los funcionarios electos eran una minoría. «Queríamos un verdadero espacio vital para los residentes locales, un lugar donde la gente pudiera compartir y reunirse. La idea también era ofrecer instalaciones a familias que no podían permitirse vacaciones, sin perder de vista la salud y la forma física. Además, teníamos un objetivo medioambiental, ya que desimpermeabilizamos el suelo», continúa Christophe Sonrel.
Este verano, los transeúntes también podrán admirar las obras del fotógrafo de vida silvestre Teddy Bracard. Esta primera exposición temporal será reemplazada por otra en unos meses.
L'Est Républicain
