Bahréin, el destino árabe que sorprende por su autenticidad y la mezcla de tradición y modernidad

Sabemos que no es fácil ser vecino de Dubái, un destino turístico que compite por ser lo más en todo. Pero si buscas un cambio de aires fuera de España y tienes pensado explorar nuevos mundos, en Oriente Medio hay un país pequeño en tamaño, pero grande en historia y belleza, que seguro te va a sorprender. Y lo mejor: si tienes suerte incluso puedes volver a casa siendo rico. ¿Sabías que desde hace pocos años, los turistas que viajen a Bahréin tienen permitido pescar perlas y quedarse con todas las que encuentren?
Al Muharraq, la perla de BahréinEl tercer país más pequeño de Asia ofrece una combinación perfecta de historia antigua, lujo moderno y un ambiente acogedor. Al Muharraq, la segunda ciudad del país y la más interesante, será la primera parada en Bahréin, y también la última porque aquí se encuentra el aeropuerto internacional del país.
Antigua capital (hasta 1923), Muharraq sorprende con sus casas tradicionales bahreiníes restauradas que se pueden encontrar en medio de estrechas callejuelas. Igual podrás perderte por sus tradicionales calles con mercados callejeros, que entrar en modernas galerías de arte. Así que si quieres ver qué se cuece en esta parte del mundo, puedes dedicar un par de horas a visitar la Galería de Arte Busaad, residencia familiar del artista bahreiní donde se encuentra parte de su obra, que por cierto, ha sido expuesta en el Museo Británico de Londres.
Y si buceando no has tenido la suerte de encontrar alguna perla, a cambio puedes dedicar un tiempo para explorar el Sendero de las Perlas, uno de los tres sitios declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en Bahréin. Un museo al aire libre que te hará conocer más de una época en la que la economía del país dependía fuertemente de este comercio.
El mercado de las especias de ManamaLa siguiente parada será en Manama, la capital de Bahréin. Y cómo no, hay que empezar visitando el mercado tradicional de la ciudad, una experiencia que forma parte de la rutina de cualquier viaje a un país árabe. Y en este caso, con sus aromas y vibrantes colores, no solo te permitirá sumergirte en la cultura más tradicional bahreiní, también descubrirás, entre puestos de azafrán y cardamomo, uno de los lugares mas pintorescos y animados de esta ciudad. Recorriendo este laberinto de callejones y calles estrechas, que todavía mantiene el encanto de los zocos milenarios, encontrarás de todo.
Por cierto, dentro del zoco se encuentra la única sinagoga que hay en Bahréin, ya que aquí se asienta una de las comunidades judías más antiguas de la región. Se la conoce como la Casa de los Diez Mandamientos y es un símbolo de tolerancia religiosa en la zona.
Bahréin BayEste distrito de negocios, donde mandan los rascacielos, los hoteles de lujo y los restaurantes con vistas al mar, simboliza la Bahréin más moderna y futurista. Como no podía ser de otra manera, el país se empeña en mostrar su faceta vanguardista y poderosa que tanto les gusta a los países del Golfo. Además de recorrer su paseo marítimo, podrás disfrutar del ambiente cosmopolita y de las mejores vistas del 'skyline' de la ciudad.
La Gran Mezquita Al-FatehCon capacidad para unas 7.000 personas, su enorme tamaño destaca sobre el paisaje de la ciudad, siendo además una de las mezquitas más grandes del mundo. Forma parte de un centro islámico, y si por fuera la encontrarás similar a muchas otras, su interior es una buena muestra de riqueza y modernidad. Para su construcción se utilizaron materiales traídos de distintas partes del mundo, como mármol de Italia para los suelos, vidrios de Austria para las ventanas y teca de la India para las impresionantes puertas que alcanzan los 6 metros de altura.
Un tesoro histórico cerca de ManamaA solo10 minutos en coche de la capital y emplazado sobre un montículo, se alza Qal'at al Bahréin, un fuerte que fue construido por los portugueses en el siglo XVI y forma parte de un sitio pre-islámico con más de 4.000 años de antigüedad. Está reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y cuenta con un pequeño museo y una cafetería donde disfrutar de un café árabe mientras te deleitas con las impresionantes vistas al Golfo Pérsico. No es el único fuerte del país, también hay otros como los de Arat y Sheikh Salman Bin Ahmed Al Fateh. Algunos están cerrados al público, por ser propiedad de la familia real.
El Árbol de la VidaNo te vayas de Bahréin si visitar este fascinante árbol de 400 años de antigüedad y casi 10 metros de altura que sobrevive en medio del desierto y que pocos turistas incluyen en sus viajes. El Árbol de la Vida se encuentra en una colina en medio del desierto de Sakhir, a unos 35 kilómetros al sur de Manama.
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