Rincón negro: el valor de la verdad

“Mi trabajo consiste en ir a lugares donde la gente muere. Hago la maleta, hablo con los supervivientes, escribo sus historias y luego vuelvo a casa y espero la próxima catástrofe. Nunca tengo que esperar demasiado”. Con semejante declaración de vida y vocación se despecha la periodista filipina Patricia Evangelista, que ha desembarcado hace meses con esta crónica sobre la guerra contra las drogas en su país, bajo el régimen de Rodrigo Duterte. Algo muy bueno está pasando en los aledaños del true crime y es que gente con talento escriben en el alambre de la no ficción literaturizada. Este libro es una buena muestra de ese tipo de nuevo género viejo, probablemente más ensayo que cualquier otra especie pero disfrutonamente leído desde los ojos del consumidor de no ficción novelada.

Valiente, documentadísimo, inteligente y desalentador, es un testimonio al mismo tiempo que un aviso desde este fin del mundo. Podemos votar a quien queramos que el poder, la tecnología punta, el dinero y la crueldad del capitalismo más salvaje está en manos de gente que no necesita refrendo democrático.

El libro, su autora a fin de cuentas es tan inteligente que el lector no es aplastado por las más de trescientas páginas del libro, ni los números, los nombres y apellidos, por los hechos, sino que levanta las piedras donde se esconden los escorpiones y las serpientes llenos sus aguijones y colmillos de lo más ruin y mezquino de nosotros mismos. A ratos para bien -ella misma es un ejemplo de valor y vocación a la verdad- pero mucho más para mal, el veneno corrompedor del dinero fácil, de la irresponsabilidad, la alienación, la soledad, lo violento desde lo más profundo del nihilismo salvaje.

Y si busca más argumentos, este libro ha sido declarado Libro del año y ha ganado premios en los suficientes certámenes y revistas especializadas como para creerse previamente lo bueno que es.

Alfaguara La muerte ajena, de Claudia Piñeiro

La argentina Claudia Piñeiro es el mejor ejemplo de literatura popular con alto voltaje literario, y nunca defrauda a sus hordas lectoras en todo el mundo. El mundo de las escort de lujo se entrelaza con una trama política para hacernos preguntas incómodas, en un texto más complejo de lo que, a simple vista parece.

RBA Nunca jamás, de James Patterson y Candice Fox

La exitosa máquina libresca de James Patterson ha colisionado con la superventas del mercado australiano, Candice Fox, y del feliz accidente ha nacido la detective Harriet Blue, aquí con problemas familiares -hermano arrestado- y ella encargada de investigar la desaparición de tres jóvenes en el desierto australiano.

Grijalbo La muerte blanca, de Toni Hill

Fin de la Trilogía del Verdugo, en la que Toni Hill ha vuelto a demostrar que siempre se le ilumina el camino cuando él conduce. Hace fácil lo complejo argumentalmente en el redactado de tramas, nos lía con asesinatos para contarnos lo que le importa: el desmenuce, ya sea tarde o temprano, de cualquier familia y el amor como ancla y, al mismo tiempo, cuerda al cuello.