¿Leen los hombres poca ficción?

Están los hombres dejando de leer ficción? La pregunta no pretende ser alarmista. Se la hizo a principios de verano el diario The New York Times a raíz de varias evidencias, una de ellas visible en su propio medio: en 2004, la mitad de los autores que aparecían en su famosa lista de más vendidos eran mujeres y la otra mitad hombres. Este año, en cambio, el ranking está compuesto por más de tres cuartas partes de mujeres. ¿Pueden influir estos datos en su hipótesis de algún modo? Y, por otro lado, ¿España está en ese mismo camino?
Una de las conclusiones a las que llega el mencionado reportaje, en el que se citan diversas fuentes del sector editorial estadounidense y que se centra específicamente en los hombres heterosexuales, es que cada vez son más las novelas escritas y leídas por mujeres. Una realidad que España también comparte, tal y como evidencia el informe de Hábitos de Lectura y compra de Libros en España, del que se desglosa que el 65,5% lee libros por ocio en su tiempo libre y que, de estos, el 71,7% son mujeres.
El hombre se suele producir una progresión como lector que va de la ficción hacia el ensayo” Fernando BenzoSecretario general de la Federación del Gremio de Editores
“No existe una cifra exacta que indique cuántas mujeres y cuántos hombres leen novelas y cuántos ensayo pero, teniendo en cuenta que lo que más se lee en nuestro país son los géneros de ficción, parece evidente que las mujeres son las que los sostienen”, señala Fernando Benzo, secretario general de la Federación del Gremio de Editores, que invita a hablar con los libreros sobre lo que parece una evidencia. “De las constantes charlas con ellos y con editores, también se extrae que, a modo genérico, en el hombre se suele producir un cambio como lector que va de la ficción hacia el ensayo, mientras que las mujeres se mantienen más estables en el terreno de la ficción”.

La caída de la lectura entre los hombres jóvenes no es ajena al trumpismo: fueron sus votantes más fieles
Julia Demaree Nikhinson / Ap-LaPresseAlgunos expertos alertan de los “peligros” que ello puede comportar. David J. Morris, profesor de escritura creativa en la Universidad de Nevada, ha escrito en distintos medios internacionales al respecto. “Si le preocupa la salud de nuestra sociedad, especialmente en la era Trump, y las concepciones distorsionadas de la masculinidad que él ayuda a fomentar, la decadencia y caída de los hombres de letras debería preocupar”. Alega también que leer ficción “es una excelente manera de mejorar el coeficiente intelectual emocional”, pues asegura que “las novelas nos ayudan a formar nuestra identidad y a comprender nuestras vidas. Por eso necesitamos una cultura literaria más inclusiva y que atraiga a los jóvenes”. Y añade que, la “marginación” de estos, “parece haber sido un factor importante en las elecciones presidenciales de este año. Ningún votante mostró mayor compromiso con Trump que los jóvenes blancos”.
Si le preocupa la salud de nuestra sociedad, la decadencia y caída de los hombres de letras debería preocupar” David J. MorrisProfesor de escritura
Quién sabe si análisis como éste son los causantes de que en Norteamérica cada vez sean más frecuentes los clubes de lectura pensados para que los hombres lean ficción. Algo que, al menos por ahora, “no es una práctica habitual en España”, opina la editora Gloria Gasch, que no cree que sean una mala idea, pues “los clubes son lugares ideales para relacionarse a todos los niveles porque sabes que las personas que asisten tienen ciertas inquietudes intelectuales”, aunque reconoce que la asistencia acostumbra a ser de un 80% de público femenino a determinadas edades, “aunque en los jóvenes estas barreras poco a poco se disipan”.

El público de los clubs de lectura acostumbra a ser mayormente femenino
REDACCIÓN / Otras FuentesSilvia Sesé, directora editorial de Anagrama, está de acuerdo con estos datos y también mantiene la esperanza en el lector masculino joven, a diferencia de Morris. “Veo a más hombres jóvenes volver a la ficción en los últimos años. Es verdad que los clubes que hacemos en Anagrama mezclan ficción y no ficción, con un enfoque social y político, pero esta es una clara diferencia que veo respecto hace diez años”.
Los clubs de lectura de ficción para hombres no son una práctica habitual en EspañaBenzo también confía en la juventud, que considera “más heterogénea”, aunque advierte, en calidad de consumidor, que “la mayoría de campañas dedicadas a la literatura juvenil son de ficción, sí, pero enfocada a la lectora femenina. El sector es consciente de que los jóvenes de 14 a 24 años son la franja que más leen y que el número de lectoras es mayor, por lo que ponen sus ojos en ellas con estrategias varias, como la reciente moda de los cantos tintados”.

Las mujeres sostienen los géneros de ficción en España, según los datos del Gremio de Editores
EFEPor otro lado, editoriales como Siruela ofrecen lo que hasta ahora era “un vacío” en el ámbito infantil y juvenil. Si bien su catálogo se nutre de una potente oferta de ficción para los más jóvenes, cabe decir que ha reforzado su número de propuestas en el terreno de la no ficción. “Antes no había apenas ensayos dedicados para ellos. Y, los que había, se entremezclaban con el resto. Nosotros mismos los incluíamos en la colección histórica Tres edades. Pero, hace unos años, decidimos separar la no ficción en una colección propia, que bautizamos Nos gusta saber y que ha resultado ser un éxito”, indica Ofelia Grande, al frente de Siruela.
El 'boom' de la no ficción es constatable en todas las edades” Ofelia GrandeDirectora editorial de Siruela
El boom de la no ficción –prosigue la directora editorial –“es constatable en todas las edades. Se publican más cantidad de obras y más variadas, pues ha llegado a las librerías todo tipo de híbridos, más amables que el ensayo académico puro y duro. En cifras, en lo que a Siruela respecta, hace unos años nuestro plan editorial era el 50% de narrativa, el 25% de no ficción y, el resto de infantil y juvenil. Ahora, la no ficción ha alcanzado el 50%”.
Desde Tusquets, Juan Cerezo también aprecia el auge del ensayo y la no ficción y considera que “es una tendencia contrastada que en ficción hay más lectoras que lectores, y que muchos lectores hombres consideran que el ensayo es preferible a la ficción, sobre todo a partir de una edad, como reconocía Josep Pla”. No obstante, insiste en que “existen géneros, como el policíaco, la novela histórica, la ciencia ficción, además de las ficciones basadas en hechos reales, o las obras de ambición literaria, que son lecturas también masculinas. En la Feria del Libro de Madrid vi muchos lectores de varias edades comprando ficción. No está todo perdido”.
Las novelas, el gran reclamo erótico de InternetSegún el Barómetro de Hábitos de Lectura, el porcentaje de mujeres que lee en España es mayor que el de los hombres en todos los tramos de edad. Escenarios similares se dan en otros países, por lo que no resulta extraño que esto se traduzca en un incremento de cuentas en redes que recopilan fotos de hombres leyendo. “Son como un Pokémon. Hay que cazarlos”, bromea una usuaria en el Instagram Hot dudes reading. Un éxito que se traslada a las apps de ligue. En Tinder han aumentado este 2025 en un 16% las biografías de hombres que se definen como lectores. ¿Leerán ficción?
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