Impresiones del 29º Festival de Teatro de Estambul: Una narrativa trepidante

El 29º Festival de Teatro de Estambul se inauguró con la impresionante obra "Catedral" del mundialmente famoso Ballet Scapino de Rotterdam. La música de Arvo Pert sin duda realzó este impacto.
En su entrevista con Astrid von Leeuwen, el coreógrafo Marcos Moreau afirma: “No busco la belleza en la comodidad. Esta no es una producción para sentarse y disfrutar. Quiero que el público piense: ‘¿Hacia dónde va el mundo y dónde me sitúo yo en este cuadro?’”.
En la misma entrevista, subraya que los temas que le interesan son la religión y el universo, el arte y la era digital. «Una Piedad, un meteorito, un astronauta… Puede que los veas en el escenario. Pero son solo imágenes. Mis obras son como un viaje, como un sueño. Al despertar, todo es importante, y a la vez, nada lo es».
Espero que tengamos la oportunidad de ver otras obras de Moreau en los próximos años; me vienen a la mente de inmediato las de Theodoros Terzopoulos, Tadashi Suzuki, Robert Wilson o Pina Bausch...

Sí, el festival de teatro comenzó con fuerza y continúa al mismo ritmo, con la participación de compañías locales e internacionales. La compañía catalana (España, Francia) Baro D'Evel se dio a conocer con su obra "¿Quiénes somos?" en el Festival de Teatro de Aviñón de 2023. La obra fue escrita, diseñada y dirigida por Camille Decourrtye y Blai Mateu Trias. El elenco es numeroso y dinámico. La singular energía catalana se transmite del escenario al público gracias a este talentoso reparto. La improvisación juega un papel fundamental en la obra, y las bromas y risas que comienzan al inicio guían al público hacia la pregunta "¿Quiénes somos?", los primeros pasos de un cuestionamiento y una transformación esenciales.
La escenografía, al igual que los bailarines, músicos, payasos, niños y animales de la obra, posee una fuerte identidad. Objetos moldeados en arcilla, dañados y reconstruidos; quizá colinas, quizá bosques desprovistos de su verdor... Vidrios rotos, desechos, personas que luchan por mantenerse a flote en terreno resbaladizo, por aferrarse a algo... Individuos, sociedades... Un extraño ciclo: la lucha contra el mundo dentro del mundo, decadencia, resurgimiento, resistencia, cuestionamiento en cada aspecto de la vida, y la existencia a pesar de todo... Y todo esto se expresa en una atmósfera vibrante, marcada por la danza y la música... Los artistas responden a la pregunta planteada por el escritor Ferdi Çetin en su entrevista con los directores en este contexto de la siguiente manera: “La vida misma es frágil; vivir significa un constante equilibrio entre algo y su opuesto. Nuestras sociedades se encuentran en un umbral crítico, experimentando un colapso. En nuestras representaciones, nos esforzamos por revelar las conexiones invisibles entre nuestros mundos interior y exterior”.
Sin más dilación, concluiré con un breve fragmento del impactante texto que cierra la representación, el cual funciona como un manifiesto, una búsqueda, un cuestionamiento y una respuesta a "nosotros": "El interior que sustenta el exterior/ ¿Cómo podría ser esto bello? ¡Vale la pena intentarlo! Seamos quienes somos, cueste lo que cueste./ Somos todo lo que nos rodea, el mundo y su entorno./ Somos esta molestia/ que constantemente emerge, negando este exterior, este interior./ Somos todo lo que clama en voz baja, diciendo que la vida se vive una sola vez./ Por un lado, ¿por qué? Por otro lado, ¿por qué no? Somos este "repetición", este "nunca", para siempre. Somos lo que hemos estado esperando." (Traducción: Nermin Saatçioğlu)
Hamlet en escena«Hamlet», interpretada por ocho actores con síndrome de Down, fue sin duda una de las obras más esperadas y aclamadas del Festival. Esta obra también llegó a Edimburgo en 2024, a través del Festival de Edimburgo.

Producida por el Teatro La Plaza (Perú), la obra es una adaptación libre del director Chela de Ferrari de la famosa tragedia de Shakespeare. El director afirma haber empleado una técnica deconstructiva, y cuando el escritor Ferdi Çetin le pregunta: "¿Cuál es la pregunta fundamental que quiere que el público se plantee con este Hamlet?", responde:
Queríamos preguntar: ¿A quién se nos permite ver? ¿Quién puede hablar en el escenario y en la sociedad? ¿Qué significa ser si el mundo a menudo te niega el derecho a existir? Los actores no representan dilemas existenciales abstractos en el escenario; los viven en primera persona. Esta producción transforma la pregunta de Hamlet en una pregunta verdaderamente colectiva sobre la vida. La tensión intelectual y espiritual en la obra de Shakespeare convierte a "Hamlet" en una obra maestra indiscutible. La obra se considera una colección de paradojas que navegan por un mundo complejo a través de la confrontación de un individuo consigo mismo y con su entorno. En la producción del Teatro La Plaza, la pregunta "Ser o no ser" es planteada, en cierto modo, por ocho actores con síndrome de Down: a nosotros, a ustedes, a ellos: al mundo. En Hamlet y en los demás papeles que asumen alternativamente, los actores participan en una confrontación bidireccional a través de fragmentos de escenas y pasajes específicos. Es una confrontación consigo mismos, con sus propias limitaciones o excesos y, a través de estos aspectos, con el público. En este contexto, la tercera capa incluso abre un espacio para que el público se confronte a sí mismo. No ver, ignorar, alienar... Sí, "En este Hamlet, los defectos no se ocultan; los tartamudeos, las pausas, incluso los momentos de vacío se convierten en nuevas herramientas estéticas en manos de los actores. Se establece un lenguaje escénico que nos recuerda que la belleza puede encontrarse en lugares insospechados."
Una vez más, aplaudimos al director, a los actores y a todo el equipo que contribuyó a la producción.
Cumhuriyet



