La Sociedad de Cardiología emite una alerta: la presión arterial de 12x8 es motivo de preocupación

Durante mucho tiempo, al medir la presión arterial, los valores de 12/8 se consideraban normales, como mucho, limítrofes. Sin embargo, una nueva guía publicada en el 80.º Congreso Brasileño de Cardiología, celebrado el pasado jueves 18, cuestionó esta realidad.
El documento, elaborado conjuntamente por la Sociedad Brasileña de Cardiología (SBC), la Sociedad Brasileña de Nefrología (SBN) y la Sociedad Brasileña de Hipertensión (SBH), redefine los parámetros de diagnóstico y prevención. Lo que antes se consideraba un nivel seguro ahora se clasifica como prehipertensión. Este cambio busca intensificar la prevención de las enfermedades cardiovasculares, que siguen siendo la principal causa de muerte a nivel mundial.
Según las nuevas directrices, los valores entre 120 y 139 mmHg (sistólica) y/o 80 y 89 mmHg (diastólica) se clasifican ahora como prehipertensión. El primer paso debería ser modificar el estilo de vida para reducir estas cifras. Si estas medidas no son eficaces, se puede considerar la medicación.
• Presión de 13×8 a 13,9×8,9: si después de tres meses los cambios en el estilo de vida no son suficientes para revertir los valores, se indicará la prescripción de medicamentos.
•Presión de 14×9 (en dos mediciones): se debe iniciar tratamiento medicamentoso inmediatamente.
Los cambios recomendados incluyen pérdida de peso, reducción del consumo de sal, aumento del consumo de potasio, actividad física regular y adherencia al modelo de alimentación DASH, que prioriza frutas, verduras, lácteos bajos en grasa, cereales integrales, carnes magras y frutos secos. Al mismo tiempo, se deben reducir las grasas saturadas, como las carnes grasas y los lácteos enteros, así como los cereales refinados y los azúcares.
Esta actualización sigue una tendencia mundial: en 2024, el Congreso Europeo de Cardiología ya había reclasificado la presión 12 por 8, considerándola ahora “presión arterial alta”, una etapa previa al diagnóstico de hipertensión.
Lo que dice el expertoPara el cardiólogo Fausto Stauffer, Fellow de la Sociedad Europea de Cardiología (FESC), doctor en Bioquímica Médica por la UFRJ y ex presidente de la SBC-DF, este cambio representa un avance importante para la prevención.
Creo que este cambio es una excelente advertencia para el público. Quienes no realizan los cambios necesarios en su estilo de vida inevitablemente tienen un alto riesgo de desarrollar hipertensión, uno de los principales factores de riesgo cardiovascular. Este nuevo criterio también es importante para nosotros, los médicos, ya que muchos aún no valoraban los niveles de presión arterial entre 120 y 139 sistólica y 80 a 89 diastólica, considerándolos solo 'en el límite de la normalidad'. Ahora contamos con el respaldo para clasificar a estos pacientes como prehipertensos, explica.
“De hecho, la directiva europea de 2024 ya adopta esta postura, denominando a este rango 'hipertensión arterial', precisamente con el objetivo de generar una alerta tanto para la población como para los profesionales sanitarios”.
Stauffer destaca que en la práctica clínica siempre ha guiado a los pacientes con estos niveles de presión.
Siempre he advertido a mis pacientes sobre la importancia de cambiar su estilo de vida para mantener niveles saludables de presión arterial, así como para controlar el colesterol, la glucosa y el peso. Este tipo de orientación debería formar parte de la rutina de cualquier profesional de la salud.
La reversión aún es posible en la prehipertensiónUno de los puntos centrales de la nueva guía es destacar que la prehipertensión aún se puede revertir sin medicación, siempre que haya un compromiso con hábitos saludables.
"Existe una alta probabilidad de que una persona prehipertensa, al adoptar cambios en su estilo de vida, nunca desarrolle hipertensión. Por eso es tan importante concienciar: en esta etapa, aún es posible prevenir la progresión de la enfermedad únicamente con hábitos saludables", enfatiza el cardiólogo.
Sin embargo, hace una observación importante: “En algunos casos de prehipertensión, sobre todo cuando el riesgo cardiovascular es elevado y los niveles están entre 130 y 139 sistólica, ya podemos indicar un tratamiento farmacológico”.
Cuando la hipertensión ya está instaurada el escenario cambia.Se trata de una enfermedad crónica, generalmente idiopática, asintomática y sin una causa específica. En estos casos, no hablamos de cura, sino de control, que debe lograrse mediante cambios en el estilo de vida combinados con medicación, ya sea en monoterapia o en combinación. La clave está en alcanzar los objetivos y evitar caer en la llamada inercia terapéutica», explica.
“Vale la pena recordar que en aproximadamente el 5% de los casos existe una causa secundaria de hipertensión y en estos pacientes, al tratar la causa subyacente, efectivamente podemos revertir la condición”.
Con las nuevas directrices, el número de personas clasificadas como en riesgo aumenta significativamente, pero Stauffer enfatiza que ya estaban en riesgo antes, simplemente no fueron identificados de esa manera.
Estos pacientes ya corrían riesgo. Es importante recordar que la mayoría de las personas, tanto en Brasil como en el mundo, mueren por enfermedades cardiovasculares, y la hipertensión es uno de los factores de riesgo más relevantes y prevalentes. Lo que está cambiando ahora es cómo percibimos este riesgo: estas personas ahora están más claramente alertadas.
IstoÉ