El mundo se ha vuelto loco por ello. Hoy sabemos que causa hígado graso y destruye los riñones.

- La dieta cetogénica implica comer comidas que contienen hasta un 90 por ciento de grasa.
- Esto difiere significativamente de los principios de una alimentación saludable para la población polaca, pero en algunas enfermedades incluso es recomendable.
La popular dieta "keto" goza de fama de reducir rápidamente el peso corporal y normalizar el metabolismo de los carbohidratos. Sin embargo, el Centro Nacional de Educación Nutricional advierte que se desvía significativamente de los principios de una nutrición saludable para la población polaca y no se recomienda para personas sanas ni enfermas, con la excepción de la epilepsia farmacorresistente en niños y ciertas enfermedades neurológicas.
La dieta supone, recordemos, la mayor proporción de grasas para cubrir las necesidades energéticas, un consumo normal de proteínas (aproximadamente 1 gramo por kilogramo de peso corporal) y una restricción máxima del consumo de hidratos de carbono (incluso hasta 10-15 gramos al día).
En la versión clásica de la dieta, las grasas pueden representar hasta casi el 90 % de la energía. En sus versiones modificadas, la proporción de proteínas y carbohidratos es mayor, hasta el 25 % y el 10 % respectivamente (en cuyo caso, las grasas aportan aproximadamente el 65 %).
Esto contradice en cierta medida las recomendaciones de la Asociación Polaca de Diabetes, que indica que necesitamos aproximadamente un 45 % de energía proveniente de carbohidratos, entre un 25 % y un 40 % de grasas y entre un 15 % y un 20 % de proteínas. Esto supone, con 2000 kcal, una ingesta diaria de carbohidratos de 225 g.
El autor del artículo publicado en el sitio web del Centro Nacional de Educación Nutricional recuerda que, en condiciones normales, la principal fuente de energía del cuerpo es la glucosa, mientras que, con la restricción de carbohidratos, el tejido graso almacenado se convierte en la principal fuente de energía, y los ácidos grasos liberados sirven como sustrato para la producción de cetonas en el hígado, proceso conocido como cetosis. Esta ocurre de forma natural en estado de inanición, así como después del ejercicio físico prolongado.
En la dieta cetogénica se recomienda principalmente utilizar productos que sean fuente de ácidos grasos saturados, como:
- manteca,
- crema espesa,
- quesos (incluidos el amarillo y el mascarpone),
- carne grasa,
- aceite de oliva
- pez,
- cojones,
- semillas semillas.
Debido a su contenido de carbohidratos, las verduras y frutas se recomiendan sólo en cantidades limitadas.
Quienes siguen esta dieta deben evitar los productos a base de cereales, como el pan, los cereales, la sémola, las patatas y algunas verduras, como la remolacha o la zanahoria. Algunos ejemplos de comidas incluyen:
- huevos fritos en mantequilla con tocino y verduras verdes,
- Hamburguesa sin pan servida con queso, aguacate y champiñones,
- Pudin de chía con leche de coco con nueces y un puñado de frambuesas.
Seguir la dieta puede conllevar efectos adversos para la salud, incluidos trastornos del metabolismo lipídico.
El alto consumo de productos animales se asocia con un alto aporte de ácidos grasos saturados, lo que a su vez contribuye a un aumento de la concentración de colesterol LDL en sangre. Este parámetro se asocia con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades del sistema circulatorio , advierte el Centro Nacional de Educación Nutricional, citando literatura especializada.
También indica que la dieta cetogénica, si se usa durante un tiempo prolongado, puede provocar hígado graso, cálculos renales y deficiencias de micronutrientes. A su vez, si se usa incorrectamente, puede causar aumento de peso.
También se observó que las mujeres con dietas bajas en carbohidratos tenían un 30 % más de riesgo de dar a luz a un bebé con un defecto del tubo neural y desarrollar deficiencia de folato. Si se va a seguir esta dieta, debe ser supervisada por un médico o un dietista experimentado.
Indicaciones y contraindicacionesLa dieta cetogénica estará indicada en niños con epilepsia farmacorresistente, así como en el tratamiento de algunos síndromes epilépticos y genéticos en niños y adultos, como el síndrome de Dravet y las convulsiones mioclónicas-atónicas (síndrome de Doose). Reduce el número de convulsiones observadas en los pacientes.
Los expertos aconsejan realizar una evaluación de salud completa antes de introducirlo, ya que en algunos casos un consumo elevado de grasas puede ser peligroso para la salud.
Las contraindicaciones más graves de la dieta son:
- insuficiencia hepática,
- pancreatitis,
- deficiencia primaria de carnitina,
- trastornos congénitos del metabolismo de las grasas,
- deficiencia de carnitina palmitoiltransferasa,
- deficiencia de translocasa carnitina-acilcarnitina,
- porfiria,
- deficiencia de piruvato quinasa.
El Centro Nacional de Educación Nutricional señala que el mayor problema a la hora de interpretar los resultados de la investigación científica sobre la dieta cetogénica es la falta de coherencia en su definición. Resulta difícil comparar el impacto en la salud de su versión clásica con su modificación, que incluye un mayor contenido de proteínas y carbohidratos.
Un metaanálisis (un estudio que combina y analiza los resultados de múltiples estudios sobre el mismo tema) realizado por Mansoor et al., que evaluó la pérdida de peso en 1.369 personas durante seis meses, encontró que aquellos con una dieta baja en carbohidratos perdieron un promedio de 2,17 kg más, pero en estudios de mayor duración, es decir, 12 meses, el efecto fue menor.
En un metaanálisis de 13 estudios (con un total de 1.415 participantes), Bueno et al. encontraron que en el grupo de pacientes que siguieron la dieta cetogénica, la pérdida de peso a lo largo de un año fue solo 0,91 kg mayor que en el grupo con una dieta baja en grasas.
Expertos del Centro Nacional de Educación Nutricional señalan que, a pesar de la popularidad de la dieta keto, es importante tener en cuenta que se trata de una dieta restrictiva y, según los resultados de la investigación disponible, es difícil determinar con precisión sus posibles efectos para la salud, tanto a corto como a largo plazo. Además, puede causar los efectos secundarios mencionados anteriormente. Por lo tanto, no se recomienda practicarla sin la supervisión de un médico o un dietista experimentado.
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