Las sábanas antimicrobianas de Bearaby son una auténtica revolución.

Tengo un juego completo en blanco nube, que es el equivalente elegante de una camisa Oxford impecable: combina con cualquier edredón y decoración de dormitorio. Pero también están disponibles en otros cinco tonos tierra, si buscas algo un poco más interesante. Su tacto es lujoso y satinado, sin ser resbaladizo, con una caída perfecta que se siente resistente pero ligera como una pluma. Y lo más importante, son frescas y transpirables, así que no me despierto sudando, lo que, además, ayuda a que las sábanas se mantengan más limpias entre lavados.

En cuanto a los materiales, Bearaby las fabrica con bambú y las combina con ingredientes botánicos inteligentes, como menta piperita sin perfume, menta verde y proteínas marinas con propiedades limpiadoras naturales que ayudan a regular la temperatura corporal. Las fibras de bambú también permiten que el aire circule durante toda la noche, para que te mantengas en la temperatura ideal: ni demasiado calor ni demasiado frío. La marca afirma que las sábanas son el doble de suaves que la seda y cuatro veces más frescas que el algodón, y a juzgar por cómo se sienten a las 2 de la madrugada, me lo creo totalmente.

Después de un mes de uso (y un par de lavados), siguen estando increíblemente suaves, incluso más que al principio, aunque puede que se vea alguna arruga por aquí y por allá. Pero prefiero un par de arrugas a cambio de esa comodidad fresca y transpirable cualquier noche de la semana.

La magia no solo reside en la sensación al tacto, sino también en la tela. La base de bambú de Bearaby se combina con ingredientes botánicos inteligentes que actúan como germicidas naturales, ayudando a eliminar bacterias y a limitar los ácaros del polvo, la caspa de las mascotas y otros irritantes que pueden desencadenar alergias, asma o esa molesta congestión matutina. No tengo mascota, pero sí una pequeña habitación en Nueva York que acumula polvo como si fuera un pasatiempo, y las propiedades antibacterianas también me han resultado excelentes para la piel.

Pero ¿cómo saber si funciona si no se ven las bacterias? Hice una prueba sencilla: tomé muestras de mis sábanas viejas después de dormir en ellas tres noches, luego tomé muestras de las sábanas Bearaby después de otras tres noches y cultivé ambas. Vean la imagen a continuación: la placa de Petri de mis sábanas viejas se llenó de manchas negras, blancas y amarillas; la placa de Bearaby solo mostró unas pocas marcas pequeñas y claras. Ahí tienen la prueba visual.

Una superficie de descanso más limpia también significa que no necesitas lavarla tan a menudo. Si andas muy ocupado/a —o simplemente eres alérgico/a al día de la colada— es perfectamente razonable que dure más de una o dos semanas, ya que se mantienen frescas de forma natural. Menos lavados, menos brotes de acné, menos congestión nasal. ¡Es una rutina que me convence!