La habitación de hotel más loca: tiene parte de un avión real en su interior

Hay hoteles de todo tipo, más allá de lo típico, podremos encontrar alojamientos tan curiosos y raros como cabañas en las copas de los árboles, una grúa en un puerto, faros frente al mar, burbujas en el desierto, hoteles de hielo... La lista podría seguir, y es que los huéspedes cada vez buscan experiencias más únicas en sus viajes.
Otro ejemplo se ubica en la ciudad de Ámsterdam, pero no se ve a simple vista. Se trata del Corendon Amsterdam New-West, un bonito hotel cerca del centro de la capital neerlandesa. Todo parecerá normal y corriente, excepto si nos alojamos en una suite concreta que esconde nada más y nada menos que la parte delantera de un avión real.
El Corendon Amsterdam New-West se encuentra al suroeste de la ciudad de Ámsterdam, a penas 40 minutos del centro en transporte público. Además de estar muy bien conectado con el resto de la urbe en tranvía, autobús y metro, dispone de un aparcamiento privado para los coches. También dispone de instalaciones para reuniones y eventos como fiestas privadas.

En la cuestión gastronómica, cuenta con el Restaurante, bar y salón Mondi New-West. De estilo caribeño, combina los sabores exóticos con la elegancia francesa y el espíritu de Ámsterdam. A la comida se suman cócteles y vinos de autor, y un animado ambiente con música de DJ y artistas en vivo. Por otro lado, también destaca el Vitality Spa, un centro de bienestar de 300 metros cuadrados con saunas, hammam tradicional o incluso una playa interior. Todo ello se complementa con masajes y tratamientos.
Volando por el cielo desde la habitaciónEl alojamiento ofrece 263 habitaciones con un diseño cómodo y colorido. Pero no hay duda de que hay una que destaca por encima de las demás. La 737 Suite tiene 120 metros cuadrados, un amplio baño con ducha y bañera, una cama King Size, WiFi de alta velocidad, grandes ventanales... y parte de un Boeing 727.

Como si fuese un elemento más de la decoración, el centro de la habitación está ocupado por esta enorme estructura a la que incluso podremos acceder. En su interior veremos la cabina de los pilotos, con los mandos y sus decenas de instrumentos y botones. La nave está situada de frente a unos grandes ventanales, de modo que si nos sentamos en el asiento del piloto parecerá que estamos sobrevolando el cielo de Ámsterdam.
Y eso no es todo, también cuenta con tres filas de asientos de pasajeros. Además, en su interior se ha colocado una gran pantalla para que podamos ver alguna película dentro del avión. Sin duda, alojarse en esta suite es una experiencia mágica para todos los amantes de la aviación.
20minutos