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María y Paula Marull, reinas del teatro, fantasmas y el recuerdo para Lanata, un sábado vibrante en la Feria

María y Paula Marull, reinas del teatro, fantasmas y el recuerdo para Lanata, un sábado vibrante en la Feria

El espacio cultural Clarín / Ñ de la 49. º Feria Internacional del Libro de Buenos Aires funcionó esta tarde como lo hace la revista Ñ y el diario Clarín que le dan nombre: una ventana generosa hacia las manifestaciones de la cultura más diversas, las convocantes y las vanguardistas, las que reúnen multitudes y las que exploran márgenes y fenómenos nuevos: desde las obras teatrales de las hermanas María y Paula Marull, hasta la posibilidad de abordar las desapariciones generadas por la última dictadura militar desde un abordaje fantasmagórico sin olvidar un homenaje al periodista Jorge Lanata, fallecido el 30 de diciembre del año pasado. Una tarde intensa para las decenas de personas que no dejaron de entrar hasta pasadas las 20:30.

Las hermanas María y Paula Marull, entrevistadas por Mercedes Méndez. Foto: Martín Bonetto.Las hermanas María y Paula Marull, entrevistadas por Mercedes Méndez. Foto: Martín Bonetto.

Este último fin de semana, la convocatoria de público comenzó con fuerza desde el inicio mismo del sábado. Es cierto que había figuras seductoras Florencia Canale, Agustina Bazterrica, Elísabet Benavent, Paloma Sánchez Garnica, Alice Kellen y la cantante Cazzu, una actividad con entradas agotadas hace semanas. Y eso solo para empezar.

Reinas del teatro

En el espacio cultural Clarín / Ñ, la actividad comenzó temprano. A las 15, las actrices y dramaturgas María y Paula Marull se sentaron sobre el estrado para ser entrevistadas por la periodista y crítica de Ñ Mercedes Méndez, que con simpatía y profundo conocimiento de su obra, las fue guiando por los secretos de la escritura y montaje de Lo que el río hace, la obra que va por su cuarta temporada con funciones casi todos los días de la semana que llenan la sala del Teatro Astros (con capacidad para 500 personas) después de su estreno en la intimidad del Teatro General San Martín. "Es muy conmovedor lo que nos pasa con el público", dijo Paula Marull.

Las hermanas María y Paula Marull, entrevistadas por Mercedes Méndez. Foto: Martín Bonetto.Las hermanas María y Paula Marull, entrevistadas por Mercedes Méndez. Foto: Martín Bonetto.

Parecidas pero distintas, María Marull agregó: "El teatro tiene eso, que el público termina siendo casi un personaje más". En primera fila, la madre de las actrices las escuchaba como una fan más. Tal vez la más fiel.

Sobre los orígenes de esa obra, que alguna gente va a ver dos veces o más, contaron que fue un proceso. "Hicimos una primera propuesta imaginando una obra de biodrama, pero terminamos dándonos cuenta de que lo que teníamos que hacer era eso que sabemos, contar una historia", agregó María. Y así nació esa comedia localizada en Esquina, Corrientes, a donde regresa una mujer arrasada por el vértigo de la vida urbana para reencontrarse con trazos de su identidad ligados a ese lugar y a experiencias de infancia allá.

Ambas coincidieron en que hay trazos biográficos en todos sus trabajos. "Uno siempre escribe de uno de alguna manera. Estamos en el material que escribimos", explicó Paula. "Escribimos a partir de preguntas y no de respuestas", abundó María. Las dos aseguraron que escribir es una necesidad. Y antes de despedirse compartieron con el público que acompañó la entrevista sus lecturas recientes: las argentinas Magalí Etchebarne y Alejandra Kamiya, la irlandesa Claire Keegan y La hermandad de la uva, del estadounidense John Fante.

Presentación de Elizabeth Benavent en la sala José Hernández de la Feria del Libro. Foto: Martín Bonetto.
Presentación de Elizabeth Benavent en la sala José Hernández de la Feria del Libro. Foto: Martín Bonetto.

Para las 16, ya quedaba claro que la cantidad de público era semejante al viernes 2 de mayo, feriado puente que desbordó las previsiones y llenó los pabellones de La Rural hasta el límite de la claustrofobia. Este sábado no fue distinto: los pasillos de la muestra estaban atiborrados y era muy difícil avanzar entre los stands y las filas para lograr una dedicatoria demandaban horas de paciencia.

Fantasmas de la dictadura

Sin embargo, en el espacio cultural Clarín / Ñ a esa misma hora, el clima era de respetuoso silencio para abordar un tema que asoma cada vez con mayor presencia: la espectralidad de la desaparición de personas durante la dictadura. La actividad convocó al escritor Luciano Lamberti y a la escritora y politóloga Mariana Eva Pérez, entrevistados por la periodista y autora Dalia Ber. Pero Pérez no pudo asistir, de manera que la charla se centró en la novela Para hechizar a un cazador, de Lamberti. "Para mi generación siempre fue muy difícil abordar el tema de la dictadura evadiendo los lugares comunes del tema", expresó el escritor.

Nacido en San Francisco, Córdoba, Lamberti explicó que, cuando el kirchnerismo tomó como política de Estado la lucha por los derechos humanos, "mi discurso coincidía con el discurso del Estado y escribir una novela sobre la dictadura en ese ámbito y en esa época, era repetir un poco el discurso del Estado", agregó. Por eso, se prometió a sí mismo no hacerlo.

Luciano Lamberti, entrevistado por Dalia Ber. Foto: Martín Bonetto.Luciano Lamberti, entrevistado por Dalia Ber. Foto: Martín Bonetto.

Pero entonces, el cuento "La pata de mono", de W. W. Jacobs, primero, y la novela Cementerio de animales, de Stephen King luego lo pusieron en contado la tradición de historias sobre padres que resucitan a sus hijos. "La figura de ese hijo que andaba por la casa, que no estaba ni vivo ni muerto, y que era una especie de fantasma y una especie de zombie, que llevó a pensar en la dictadura", compartió.

"Mi generación tiene esa sensación de heredar esos muertos, ¿no?", preguntó y se preguntó. Lamberti valoró la importancia de las historias de terror, incluso desde la infancia, cuando son maneras de asomarse al mundo; contó que le había resultado interesante la lectura de Soy lo que me persigue: El terror como ficción del trauma, de Ismael Martínez Biurrun y Carlos Pitillas Salvá, que había leído recientemente y aseguró que fue difícil escribir finalmente sobre la dictadura porque "al mismo tiempo que quiero ser un autor libre, no quiero lastimar a alguien".

Al cierre de la entrevista, Lamberti aseguró que "un escritor que quiere escribir fantástico tiene que saber mucho sobre realismo porque tiene que saber cómo describir una escena, cómo hacer creíble un lugar y que el lector sienta que lo está viendo. Al mismo tiempo, yo nunca escribiría desde la carrera de Letras porque, por lo menos es mi caso, tengo que escribir para que mi tía lo entienda".

A media tarde era claro que la concurrencia era récord. Foto: Martín Bonetto.A media tarde era claro que la concurrencia era récord. Foto: Martín Bonetto.

Recordando a Lanata

Para el cierre de la jornada, tuvo lugar un homenaje en memoria de Jorge Lanata, a cuatro meses de su muerte, el 30 de diciembre de 2024. El escritor y filósofo Miguel Wiñazki, integrante de la Academia Nacional de Periodismo y presidente del Consejo Asesor de la maestría en Periodismo del Grupo Clarín y la Universidad de San Andrés; María Eugenia Duffard, periodista de TN; y la traductora y comentarista radial Flavia Pitella, recordaron el tiempo y el trabajo compartido con el creador de PPT.

Duffard aseguró que Lanata "siempre te pedía un poco más. Era hiperexigente, pero al mismo tiempo una pensaba que no se le podía fallar, que si él confiaba en vos y decía que vos lo podés hacer, tenés que poder". La periodista aseguró que, con el fundador del diario Crítica de la Argentina, "aprendí lo que no se aprende en ningún lado, en ninguna maestría, en ninguna universidad".

Por su parte, Pitella recordó que el primer diario que compró fue Página/12 y que su voz política la había desarrollado leyendo la Biblia, que era la contratapa de aquel periódico". Además, consideró: "Cuando empezó a interesarse por el arte fue un cambio radical en su forma de ver el mundo" y recordó "cuando decidió hacerse el trasplante de riñón acá, porque él hubiera podido irse afuera a hacerse esa cirugía, pero nos dijo que quería que fuera en la Argentina y sentar un antecedente legal para las otras personas que necesitaban el swap, una donación cruzada".

A su turno, Miguel Wiñazki enumeró las facetas "que son indispensables" del trabajo de Lanata: "La curiosidad, la vocación emprendedora, el coraje, la claridad para comunicar y una mente independiente de todo, del propio medio en el cual trabajaba, cualquiera fuera este", listó. Y agregó: "Lanata se murió, pero no tanto".

María Eugenia Duffard, Flavia Pitella y Miguel Wiñazki en el Homenaje a Jorge Lanata. Foto: Francisco Loureiro.María Eugenia Duffard, Flavia Pitella y Miguel Wiñazki en el Homenaje a Jorge Lanata. Foto: Francisco Loureiro.

Diez minutos antes de que concluyera el homenaje, llegó Nicolás Wiñazki: "Lanata me habría cagado a pedos", aseguró. Su compañera Luciana Geuna no estuvo aunque su presencia se había anunciado. Nicolás Wiñazki enumeró el legado de Lanata: "La claridad, la ética moral, la verdad, y algo que le importaba hacia el final, lo bello, porque lo bello es lo que mueve el alma", concluyó.

Eran la 19 y a esa hora ya quedaba en claro que la concurrencia era récord: quedaban tres horas de Feria y la gente seguía llegando masivamente como a las 14, cuando recién se abrían las puertas. Los organizadores compartían la sorpresa de este último fin de semana resplandeciente.

Clarin

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