'Roma en el Año Jubilar', en el Vittoriano las imágenes de tres grandes fotógrafos

Una historia cautivadora y evocadora contada a través de imágenes de Roma durante el Jubileo, donde coexisten la espiritualidad y el tráfico, la solemnidad y la confusión cotidiana . Una invitación a ver la realidad que nos rodea, a tomar conciencia de ella y a capturar, a través de los ojos de los tres fotógrafos, lo visible e invisible de la ciudad de Roma, lo que aparece y lo que escapa. Es 'Open City 2025 - Rome in the Jubilee Year', la exposición de VIVE-Vittoriano y Palazzo Venezia, del 26 de junio al 28 de septiembre , en Roma, en la Sala Zanardelli del Vittoriano. En el corazón del proyecto expositivo se encuentra el Año Jubilar 2025, caracterizado por eventos inesperados y trascendentales, narrados por tres autores diferentes, Diana Bagnoli, Alex Majoli y Paolo Pellegrin, quienes confían su mirada sensible a la posibilidad de escuchar a Roma y su latido, capturando su espíritu de acogida, la necesidad de innovación y apertura en un momento solemne de la historia mundial.

Concebida por la directora de VIVE, Edith Gabrielli, y comisariada por Roberto Koch y Alessandra Mauro , 'Open City 2025' es una invitación a ver la realidad que nos rodea, a tomar conciencia de ella y a capturar, a través de los ojos de los tres fotógrafos, lo visible e invisible de la ciudad de Roma, lo que aparece y lo que escapa. Una iniciativa que fortalece la sensibilidad y el compromiso de VIVE con lo contemporáneo, proyectando al Instituto, en mayor medida aún, en los tiempos en que vivimos al interpretar los cambios culturales y sociales. Nunca antes Roma ha sido el centro del mundo , con el aniversario único del Jubileo, la muerte del Papa Francisco durante las celebraciones de Pascua y el anuncio del nuevo pontífice, León XIV, después de un breve cónclave. Cada fase de este delicado momento histórico ha mostrado la fuerza de un ritual antiguo y fascinante y, al mismo tiempo, su extraordinaria y atractiva actualidad.

Fieles a su sensibilidad, Diana Bagnoli, Alex Majoli y Paolo Pellegrin han documentado la atmósfera de este período y su excepcionalidad histórica con una mirada concentrada y profunda. Las imágenes expuestas —más de 200 y en diferentes formatos, desde blanco y negro hasta color— son, por lo tanto, documentos colectivos vinculados a un momento extraordinario y, al mismo tiempo, testimonios de la vida cotidiana, de la vida que fluye, de los silencios y del encanto indiscutible de la Ciudad Eterna. «Ciudad Abierta 2025» es un proyecto expositivo original con un fuerte valor contemporáneo. La idea —dice Edith Gabrielli— es sencilla: pedir a tres fotógrafos de extraordinaria sensibilidad que observen Roma durante el Jubileo, no como reporteros, sino como artistas. El arte tiene un papel fundamental: ilumina lo evidente y profundiza lo que nos rodea. La obra de los tres autores responde con fuerza a este impulso. Como prueba del valor de este proyecto —explica—, VIVE ha adquirido dos obras de cada fotógrafo para su colección permanente. Una iniciativa que reconoce la perdurabilidad de estas miradas en la memoria visual de la ciudad de Roma.

El Año Jubilar 2025 representa un reto y una prueba para los tres fotógrafos: la oportunidad de documentar cómo, con motivo de un evento que la distingue y la hace única en el mundo, Roma ha mostrado un ritual antiguo y fascinante, a la vez que su extraordinaria y cautivadora actualidad. Así presentan la exposición los comisarios Roberto Koch y Alessandra Mauro: «La ciudad es un cuerpo que se mueve y cambia en el tiempo y el espacio. Y Roma, urbe por excelencia, es un ejemplo perfecto: observarla significa verificar, en una ciudad que siempre ha sido retratada, fotografiada, representada y evocada, cuáles podrían ser los límites reales e imaginarios de su espacio urbano en constante cambio».

Diana Bagnoli ofrece sus vibrantes visiones de un misticismo extendido, móvil e itinerante, en sintonía con el espíritu del Jubileo. Los protagonistas de su obra son los peregrinos, procedentes de todo el mundo, pero unidos por el espíritu viajero y su fe. Bagnoli se centra en las numerosas comunidades católicas multiétnicas de Roma, animadas por el apoyo mutuo y la asistencia social. Como afirma la autora: «Me impresionó la convivencia de tantas comunidades diferentes en una misma ciudad. En Roma se pasa de la magnificencia del Vaticano a un contexto migrante vibrante, rico, pero a veces muy pobre. Este contraste me llenó los ojos y el corazón».

Las imágenes de Alex Majoli, en cambio, están dedicadas específicamente a la dramática escena del Jubileo , observada y compuesta como si fuera el teatro de una representación antigua, pero aún vibrante y auténtica: la de la historia que está en curso. «Fotografié Roma creando un retrato de la sociedad contemporánea —dice Majoli—. Después de todo, para mí el significado de la fotografía es traer nuevas imágenes y nuevos estímulos visuales a nuestra sociedad».

Paolo Pellegrin captura los rostros de los fieles, intentando dialogar con ellos. Un viaje muy personal, un camino aparentemente sin destino, pero construido a lo largo de un periplo preciso que no excluye nada: de la monumentalidad clásica al abandono, de las grandes arterias a los edificios umbertinos, del Eur metafísico a las incongruencias de Cinecittà, para detenerse en lo que antaño se llamaban los suburbios, y que ahora son, en todos los sentidos, partes vitales de una gran aglomeración urbana, hasta las estatuas, sus silencios y los increíbles pinos de Roma. «Roma —dice Pellegrin— está llena de puertas espacio-temporales. Cruzas un umbral y entras en otro mundo. La ciudad es como un gran escenario; un gran teatro».

La exposición se presenta con tres vídeos, cada uno sobre un autor, realizados por el videasta y director Paolo Freschi —quien lleva años dedicado al documental de autor—, quien siguió el trabajo de los fotógrafos con una presencia discreta y atenta, relatando el proceso creativo en directo. Junto a las imágenes, un texto inédito de Valerio Magrelli, uno de los poetas, ensayistas e intelectuales más lúcidos de la escena contemporánea, se proyecta en una gran pared LED. El jardín del Palazzo Venezia también se convierte en espacio expositivo para la ocasión; aquí, una serie de tótems con las fotos de los tres autores evocan la exposición en el Vittoriano, conectando ambos espacios en un único hilo narrativo.

La exposición está acompañada de un rico catálogo editado por Contrasto con una introducción de la directora de VIVE Edith Gabrielli, una contribución textual de Valerio Magrelli y un texto de Alessandra Mauro y Roberto Koch, respectivamente directora editorial y director de Contrasto.