¿Prohibir los dulces a los niños? Mala idea, este pediatra da consejos mucho mejores.

A los padres se les dice constantemente que el azúcar es mala para los niños. El problema es que les encanta, y decirles "no" puede ser difícil, ¡incluso provocar una rabieta! Prohibirla por completo podría parecer una buena solución, pero no lo es. "Prohibir alimentos puede ser contraproducente y se corre el riesgo de transmitir el mensaje contrario al que se pretende", advirtió la pediatra Perri Klass al Washington Post .
Se debe animar a los niños a probar (y no solo una vez) una variedad de alimentos saludables, especialmente frutas y verduras. «Ofrézcales alimentos todos los días y explíqueles que estos alimentos ayudan a que su cuerpo funcione correctamente», aconseja el pediatra. Deben tener a mano refrigerios saludables para cuando les dé hambre, y la despensa debe contener la menor cantidad posible de pasteles y otros dulces.
Por supuesto, predicar con el ejemplo es fundamental: si tu hijo te ve comiendo dulces a escondidas y le pides que coma verduras sin que tú comas ninguna, no funcionará. «Los niños tienden a imitar los comportamientos que observan a su alrededor. Si te ven comiendo frutas y verduras, y sobre todo disfrutándolas, querrán probarlas también», recuerda Salud Pública de Francia .
De hecho, prohibir los dulces solo los hace más tentadores. «Puede hacer que estos alimentos resulten excesivamente apetecibles, incluso obsesivos», confirma la Dra. Klass. Algunos estudios incluso han demostrado que la prohibición de alimentos «se asocia con un IMC más elevado en niños e incluso con trastornos alimentarios», explica la pediatra.
¿Cómo podemos garantizar que los niños tengan una relación sana con el azúcar y no la consuman en exceso? Todo empieza a una edad muy temprana. Es entonces cuando "desarrollamos su gusto por los alimentos nutritivos; es entonces cuando establecemos las medidas de protección".
A continuación, la forma en que se presentan los productos azucarados es crucial: nunca deben presentarse como una recompensa. Deben evitarse tácticas de chantaje como «si te comes el pescado, te doy helado de postre». Los dulces deben considerarse un alimento reservado para ocasiones especiales, cuando también se ofrecen alimentos saludables (como fruta). Comer azúcar ocasionalmente no es un problema; ¡lo importante es la moderación!
Por ejemplo, Salud Pública de Francia recomienda limitar el consumo de bollería y otros alimentos azucarados y grasos en la merienda, y en su lugar ofrecer pan con unos trocitos de chocolate, un poco de mantequilla o mermelada, una pieza de fruta fresca, compota o algún lácteo. Finalmente, de postre, se recomienda optar por fruta fresca o compota ligeramente endulzada, yogur o un trozo de queso en lugar de cremas dulces, por ejemplo.
L'Internaute



