Esta actividad diaria protege el cerebro de la demencia; no son los deportes ni los rompecabezas.

La demencia, cuya causa más común es la enfermedad de Alzheimer, lamentablemente está muy extendida. En Francia, al menos 1,2 millones de personas la padecen. La buena noticia es que es posible prevenirla con hábitos diarios saludables. Ya sabemos que la alimentación, la actividad física y las actividades sociales desempeñan un papel fundamental. Pero eso no es todo. Recientemente, los investigadores han aportado nuevas evidencias sobre los beneficios de ciertas actividades en la prevención de la demencia.
Esta actividad consiste en escuchar música. Un estudio australiano reciente, realizado con casi 11.000 personas mayores de 70 años, reveló que "escuchar música con regularidad, en comparación con no escucharla nunca, rara vez o a veces, se asoció con una reducción del 39% en el riesgo de demencia", según un comunicado de prensa de la Universidad de Monash. El estudio también demostró que las personas que escuchan música con frecuencia tienen un menor riesgo de deterioro cognitivo y "mejores resultados en la cognición general y la memoria de eventos cotidianos".

No solo escuchar música puede prevenir la demencia: tocarla también. Un estudio australiano concluyó que tocar un instrumento podría reducir el riesgo de demencia en un 35 %. Sus autores creen que «estos resultados destacan la música como una estrategia potencialmente prometedora y accesible para ayudar a reducir el deterioro cognitivo y retrasar la aparición de la demencia en adultos mayores». Sin embargo, se necesitan más estudios para demostrar esta relación entre la música y la demencia, ya que «no se puede establecer causalidad» con esta investigación, como señala la autora principal, Emma Jaffa.
Otros estudios ya habían concluido que tocar un instrumento musical podría reducir el riesgo de demencia. Uno publicado en 2022 en la revista BMC Neurology mostró que «tocar un instrumento musical se asoció significativamente con un menor riesgo de demencia en adultos mayores», con una reducción del riesgo del 36 %. Si bien los investigadores reconocen que «la explicación de esta asociación inversa entre la práctica musical y el riesgo de demencia aún no se comprende del todo», creen que «podría atribuirse al papel de la música en la mejora de las funciones ejecutivas y la memoria de trabajo, la estimulación de la plasticidad cerebral y la reducción del estrés y la depresión».
Dado que actualmente no existe cura para la demencia, «es fundamental identificar estrategias para prevenir o retrasar su aparición», explicó la profesora Joanne Ryan, coautora principal del primer estudio, en el comunicado de prensa. En cualquier caso, escuchar música para reducir el estrés y estimular el cerebro solo puede ser beneficioso, siempre y cuando no se escuche a un volumen demasiado alto ni durante demasiado tiempo, ¡ya que esto puede ser perjudicial para los oídos!
L'Internaute




