Culturismo en jóvenes: una práctica beneficiosa a pesar de las ideas preconcebidas

El culturismo atrae cada vez a más jóvenes. Según Crédoc (Centro de Investigación sobre el Estudio y la Observación de las Condiciones de Vida), el 19 % de los jóvenes de entre 15 y 24 años practican entrenamiento físico o culturismo, el doble de la media nacional. Este entusiasmo a veces genera inquietud. Sin embargo, la práctica supervisada no es peligrosa; al contrario, ofrece numerosos beneficios.
Contrariamente a la creencia popular, el entrenamiento de fuerza no es sinónimo de lesiones ni problemas de espalda. Si se realiza correctamente, mejora la fuerza y la resistencia, fortalece la salud ósea, aumenta la sensibilidad a la insulina y reduce el riesgo de lesiones en otros deportes. También contribuye al bienestar psicológico y puede tener un impacto positivo en la salud mental, según la Academia Americana de Pediatría.
Uno de los mitos más comunes es que el entrenamiento con pesas ralentiza el crecimiento. La evidencia científica contradice claramente esta idea. Estudios realizados por la Academia Americana de Pediatría y el investigador Avery Faigenbaum, entre otros, demuestran que no tiene ningún impacto en la estatura final ni en las placas de crecimiento. Por lo tanto, el entrenamiento con pesas no impide que los adolescentes crezcan con normalidad.

Como en cualquier actividad deportiva, pueden producirse lesiones. Las más comunes son los esguinces y las distensiones, que suelen ser leves. También se producen fracturas, pero son menos frecuentes que en deportes como el fútbol americano o el baloncesto. Generalmente se relacionan con un manejo inadecuado, como cuando un peso cae sobre el pie.
Otro riesgo, menos físico pero igualmente importante, se refiere a la dimensión psicológica. La búsqueda de la imagen corporal perfecta, a menudo acentuada por las redes sociales, puede llevar a algunos jóvenes a desarrollar un trastorno dismórfico corporal, una obsesión por la apariencia.
Cuando se practica en un entorno adecuado y supervisado, el culturismo es mucho más una ventaja que una amenaza. Fomenta la salud, la confianza en uno mismo e incluso la prevención de lesiones. Esto basta para disipar prejuicios y fomentar una práctica responsable desde una edad temprana.
RMC