Adenocarcinoma de pulmón: la supervivencia a los 3 años se ha duplicado desde el año 2000

La mediana de supervivencia global siguió la misma dinámica: se duplicó con creces en dos décadas (8,5 meses en 2000; 20,7 meses en 2020). Esto significa que el 50 % de los pacientes seguían vivos 20,7 meses después del inicio del seguimiento en 2020.
Una observación: la proporción de adenocarcinomas ha aumentado significativamente, representando el 56,1% de los cánceres de pulmón en 2020, en comparación con menos de un tercio en el año 2000. Existen varios tipos de cáncer de pulmón. Los cánceres de pulmón de células no pequeñas (más del 80% de los casos) incluyen adenocarcinomas (60%), carcinomas de células escamosas (30%) y, con menor frecuencia, carcinomas de células grandes. Mucho más raros, los cánceres de pulmón de células pequeñas representan alrededor del 15% de los casos.
La importancia del sexo y el estadio del cáncer en el diagnóstico
La brecha observada entre mujeres y hombres en el año 2000 persiste en 2020: el 45,1 % de las mujeres con adenocarcinoma sobrevivían a los 3 años, en comparación con el 34,2 % de los hombres. Por otro lado, la proporción de mujeres diagnosticadas con adenocarcinoma se ha transformado por completo: ha aumentado del 24,5 % al 40,4 %. La proporción de pacientes mayores de 80 años también se ha duplicado.
Además, el estadio del cáncer en el momento preciso del diagnóstico es importante y condiciona la supervivencia, que en 2020 oscilaba entre el 21,3% en pacientes con enfermedad metastásica en el momento del diagnóstico hasta el 84% en aquellos con enfermedad en estadio I (una forma localizada de cáncer, que se puede operar fácilmente).
Progreso mediante terapias dirigidas
Diversos avances han contribuido a mejorar la atención: el aumento de la calidad de las pruebas de imagen, el desarrollo de la cirugía mínimamente invasiva y robótica, el fortalecimiento de las estrategias perioperatorias y una clasificación histológica más precisa gracias a la inmunotinción. Esta técnica permite detectar, en el tejido tumoral, la presencia de proteínas específicas (mediante anticuerpos). Esto permite especificar el tipo de cáncer (histología) mediante la identificación de marcadores característicos. Específicamente, en el cáncer de pulmón, ayuda a diferenciar los subtipos de cánceres de pulmón de células no pequeñas (adenocarcinoma, carcinoma de células escamosas, etc.) y orienta la elección del tratamiento.
Además, la introducción de plataformas de biología molecular ha permitido identificar mutaciones diana específicas de cada tumor (EGFR, ALK, ROS1). En 2020, los pacientes con estas alteraciones tratados con terapias dirigidas tuvieron una tasa de supervivencia global a tres años del 36 %, en comparación con el 18,5 % en ausencia de la mutación. Entre los pacientes con enfermedad metastásica sin las alteraciones moleculares mencionadas, la tasa de supervivencia global a tres años fue del 36,2 % con inmunoterapia de primera línea frente al 14,3 % sin inmunoterapia, y la mediana de supervivencia global fue de 21,0 meses frente a 4,2 meses.
La inmunoterapia prolonga la supervivencia en personas con metástasis
En pacientes sin alteraciones moleculares que puedan ser tratadas con inmunoterapias, los fármacos de primera línea aumentaron la tasa de supervivencia global a 3 años al 36,2 %, en comparación con el 14,3 % sin inmunoterapia. La mediana de supervivencia aumentó de 4,2 a 21 meses.
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SudOuest