Respira más despacio, respeta la puntuación, no sobreactúes: los beneficios de leer en voz alta

Es un placer parecido a la meditación. Respiración lenta, tono modulado: se necesita cierto talento para leer en voz alta y captar con delicadeza la atención del público. Instrucciones.
Por Anna Topaloff
Leyendo en la playa y marcando la pauta. CONSTANTINI-PHOTOALTO/ONLYFRANCE
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Leer una novela, tradicionalmente un placer solitario, puede disfrutarse en compañía. Puede parecer contradictorio, pero basta con probarlo para convencerse. En el letargo posdigestivo de una tarde abrasadora, sentados a la sombra y rodeados de un público lánguido sobre la hierba, empieza a leer en voz alta las primeras líneas de un libro. Ya sea un thriller de verano, un clásico del siglo XIX o una novela histórica, da igual: tras unos minutos, arrullados por el ritmo de tu voz, el público alcanzará tal relajación que algunos caerán felices en los brazos de Morfeo. Amigos, parejas o hijos ya no te escucharán, pero ¿qué importa? El placer del lector permanece intacto.
Porque leer en voz alta es similar a una práctica meditativa. La respiración juega un papel fundamental. Primero, necesitas respirar más despacio (de lo contrario, te quedarás sin aliento), hablar más despacio y asegurarte de pronunciar cada palabra con claridad; de lo contrario, quienes te escuchan tendrán que esforzarse demasiado para seguirte... y no se relajarán del todo. Luego, ajusta tu ritmo de lectura a la puntuación.

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