Port-sur-Saône. Festival de Espectáculos del Mundo: una 35.ª edición bajo los mejores auspicios.

Sol y multitudes a la vista, colores brillantes, representación de los cinco continentes y fronteras difuminadas: en un momento en que el planeta está congelado por las guerras y el calentamiento global, Port-sur-Saône es una isla. Un claro ejemplo, este domingo, en la iglesia, durante una misa que no pudo haber sido más universal y alegre.

Esta 35.ª edición mantendrá la presencia de representantes de Papúa Nueva Guinea, pero todos los demás grupos aportaron su calidez y alegría. Foto: Patrick Bar. — Esta 35.ª edición contará con representantes de Papúa Nueva Guinea, pero todos los demás grupos aportaron su calidez y el placer de estar allí. Foto: Patrick Bar.

¿Quién ha tenido la oportunidad de asistir a una celebración cristiana orquestada por un sacerdote chadiano, rodeado, entre otras cosas, de sombreros mexicanos, cantantes taiwaneses con voces angelicales, frente a una tribu papú descalza, anclada en las losas ancestrales de una iglesia del siglo XVIII? Les ocurrió este domingo a unas pocas docenas de personas privilegiadas, cristianas y no cristianas, reunidas en la iglesia de Saint-Étienne en Port-sur-Saône para la misa tradicional que culmina el festival Spectacles du Monde. Ante las noticias internacionales, el momento quedó literalmente suspendido y...

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