Philippe Cognée pinta una realidad al estilo de Annie Ernaux, en el Museo Paul-Valéry de Sète

Una retrospectiva es un ejercicio difícil, sobre todo cuando la obra es extensa y abundante. Por ello, la dedicada a Philippe Cognée en el Museo Paul-Valéry de Sète (Hérault) destaca aún más por su claridad.
Cognée nació en 1957 y reside en su región natal, cerca de Nantes, donde estudió en la École des Beaux-Arts a principios de los años ochenta. Cuenta ya con casi medio siglo de creación, y el catálogo de su pintura ocuparía varios volúmenes, a los que se añadirían los de sus obras sobre papel y los numerosos libros en los que ha colaborado. No nos arriesgamos a adelantar cifras. De esta inmensa producción, los comisarios de la exposición, Stéphane Tarroux y Olivier Weil, destacan lo esencial.
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Le Monde