Lunéville. Quiosco: la música sigue siendo igual de buena en un lugar antiguo.

El sonido de una armónica nos hace cosquillas en los tímpanos al acercarnos al quiosco de música del Parc des Bosquets. Este lunes 14 de julio, un día más tarde de lo habitual, tuvo lugar la segunda edición de "Un domingo cerca del quiosco".
"Como mi marido está ocupado, por primera vez me las arreglo esta tarde sin él", anuncia Véronique Magnette. Para ayudarla, hay una docena de voluntarios de la oficina de vacaciones. "Siempre el mismo equipo", dice Rémy, uno de ellos.
"La gente empieza a llegar. Servimos unas treinta comidas al mediodía". "Podemos comer antes del espectáculo musical", recuerda Véronique Magnette. Un gourmet pasa con un gofre generosamente cubierto de crema batida.
Gregory Denner, director del departamento de festivales y eventos, añade: «Este año, el evento celebra su trigésimo aniversario. Cada domingo, tenemos una asistencia media de hasta 600 personas».
Entre el público, alrededor del quiosco, con el sistema de sonido mejorado, Michel, cantante de una banda local, escucha al primer grupo, The Maudits Blues. "Musicalmente, tocan muy bien. Es una pena que su repertorio no incluya canciones más conocidas", comenta. En el escenario, los músicos interpretan una canción de Bob Dylan y "la última canción grabada por The Doors antes de la muerte de Jim Morrison". "Eso habla por sí solo", sonríe Michel.
Por otro lado, una clienta habitual bromea: «El suelo no ha mejorado para bailar. El gazebo necesita mantenimiento». Señala los paneles de madera podridos del techo. Su vecina continúa hablando de la música: «Está un poco lenta. Podríamos bailar un Madison. ¡A nuestra edad, tiene que vibrar!».
Una ligera brisa templa el agradable ambiente. Un aficionado al blues se sorprende y queda encantado con la banda: «Es la primera vez que escuchamos a JJ Cale en Lunéville». La banda ya está terminando su primera actuación.
La segunda, la orquesta Music'All, toma su lugar. La cantante inicia dos valses consecutivos que llenan la pista circular de bailarines al ritmo de dos canciones conocidas: «La foule» y «Mon amant de Saint-Jean».
L'Est Républicain