Sismo de Paratebueno reactivó movimiento en masa de 60 hectáreas, cerca a la vía Cumaral: Servicio Geológico

En respuesta a los reportes de las afectaciones presentadas tras el sismo de magnitud 6,5 Mw registrado el pasado 8 de junio, con epicentro en Paratebueno, Cundinamarca, un equipo interdiciplinario del Servicio Geológico Colombiano (SGC) se desplazó el 9 de junio a la zona para verificar y documentar los efectos del sismo en el terreno y evaluar posibles escenarios de riesgo derivados del evento.
Desde la fecha, el SGC adelanta acciones clave como la evaluación de las afectaciones a la infraestructura del municipio y sus alrededores, la estimación de la intensidad del sismo, la identificación de movimientos en masa recientes, la instalación de nuevos sensores de velocidad y aceleración en dos puntos estratégicos cercanos al epicentro, así como sobrevuelos con drones equipados con sensores RGB y tecnología LiDAR, con el fin de identificar si las grietas observadas en videos e imágenes corresponden a rupturas superficiales directas (efectos primarios del sismo) o a agrietamientos inducidos por la sacudida en terrenos blandos (efectos secundarios).
"Estas medidas buscan fortalecer la cobertura instrumental en la zona, mejorar la capacidad de detección y localización de réplicas y aportar información técnica confiable sobre la evolución del fenómeno. Durante los últimos seis días, los avances técnicos han sido compartidos de forma continua en las sesiones del Puesto de Mando Unificado (PMU) con otras entidades del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres, de manera que las autoridades y los tomadores de decisiones puedan actuar de forma oportuna", señalaron desde el SGC.

Un equipo del SGC está en la zona, evaluando las condiciones geológicas del área epicentral. Foto:SGC
Gracias a la información reportada por la comunidad rural de Paratebueno, el SGC inició la evaluación de un movimiento en masa en la cuenca del caño Naguaya, localizado en la vereda La Europa, que de acuerdo con los testimonios, ocurrió a las 4:00 pm del 8 de junio.
Desde el SGC detallan que un movimiento en masa es el desplazamiento de material que puede ser roca, suelo, escombros y vegetación por acción de la gravedad. El material se mueve ladera abajo desde una parte alta a una más baja, principalmente por el aporte de aguas lluvias o subterráneas, por la ocurrencia de sismos o por la incidencia de actividades humanas como los cortes en las laderas o la deforestación, que cambian las propiedades de los materiales haciéndolos más susceptibles al movimiento.
El equipo técnico identificó que se trata de un deslizamiento de tipo traslacional que obstruyó completamente el caño Grande —cuyo cauce se ha perdido— y afectó parcialmente el caño Naguaya.
El deslizamiento, de una magnitud equivalente a 100 campos de fútbol, tiene un ancho máximo de 380 metros, medido en la corona (zona inicial del desprendimiento), y una longitud aproximada de 1,5 kilómetros desde la corona hasta la pata (zona inferior donde se acumula el material desplazado). A la fecha, se ha identificado un escarpe (pared desnuda o desprovista de vegetación de roca o suelo) de aproximadamente 60 metros de altura, que evidencia la magnitud del evento.
La masa desplazada generó daños en la vía veredal que conduce al municipio de Medina y afectó la estabilidad de postes de tendido eléctrico, localizados en la parte alta, cerca de la corona. Además, se registró la caída de cientos de árboles en un área aproximada de 70 hectáreas, algunos de los cuales cayeron sobre viviendas cercanas.
Aunque por el momento no se han reportado emergencias, el SGC advierte sobre posibles escenarios de riesgo para la población. "La obstrucción parcial del caño Naguaya podría generar represamientos de agua que, en caso de ruptura, podrían provocar flujos de detritos con capacidad de afectar zonas ubicadas aguas abajo", indican los expertos de la entidad.
Como medida preventiva, el SGC ha propuesto un polígono de evacuación de 634 hectáreas, que podrá ser ajustado con base en nueva información recolectada en campo. También se recomienda establecer canales de comunicación eficaces con las comunidades, restringir la permanencia de personas y vehículos en zonas críticas durante episodios de lluvia, instalar señalización que indique las áreas en observación y considerar la posibilidad de realizar descargas controladas de los embalses temporales mediante tuberías dirigidas aguas abajo del punto de obstrucción.
Aparte de este movimiento en masa en la vereda La Europa, el equipo técnico del SGC ha identificado otros procesos de inestabilidad en laderas vecinas, los cuales están siendo mapeados, georreferenciados y analizados como parte de una evaluación integral del comportamiento del terreno en esta zona del oriente cundinamarqués.

Equipo técnico del SGC evaluando efectos del sismo. Foto:SGC
De forma complementaria, el SGC avanza en la evaluación de los efectos del sismo para estimar su intensidad, recopilando información a través de entrevistas con la comunidad sobre daños en viviendas, infraestructuras y alteraciones en el entorno. Hasta ahora, se han documentado daños significativos en el corregimiento de Santa Cecilia, incluyendo viviendas colapsadas, la escuela local, la iglesia y otros servicios esenciales.
En paralelo, se lleva a cabo un mapeo de agrietamientos, midiendo su dirección, longitud y amplitud, lo cual aporta datos clave para caracterizar el sismo.
Por otro lado, el SGC ha instalado cuatro equipos de monitoreo sismológico en la vereda Mararabe, en el municipio de Paratebueno y en la vereda San Pedro de Jagua, en el municipio de Ubalá. El objetivo de esta instalación es realizar el seguimiento de las réplicas generadas recientemente, obtener información más detallada sobre la actividad sísmica en la zona, refinar los modelos geológicos regionales y aumentar la confiabilidad en la localización de futuros eventos.
“El SGC continúa en terreno evaluando y analizando señales, cambios, indicios y siguiendo la pista a las deformaciones que permitan comprender cómo respondió el terreno a la ocurrencia de este sismo, uno de los más grandes de esta región en los últimos años. Hacemos un llamado a la comunidad a informarse a través de los canales de comunicación oficiales de las entidades que integran el Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres, a evitar difundir información cuya fuente no ha sido verificada, mientras las autoridades avanzan en el monitoreo, análisis y articulación institucional”, señaló Julio Fierro Morales, director general del Servicio Geológico Colombiano.
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