Jóvenes de todo el mundo vinieron al Catatumbo a hablar sobre derechos de la tierra y preparan declaración global

En Ocaña, puerta de entrada a la región del Catatumbo, se reúnen este fin de semana al menos 70 jóvenes, provenientes de Colombia y otras regiones del mundo, que llegaron desde lugares tan lejanos como Malawi, Escocia, Alemania, Indonesia o India para discutir la importancia de la participación de sus voces en las discusiones sobre la tierra y la transformación territorial.
El encuentro se da en el marco del Foro Global de la Tierra de Juventudes (GLFY, por sus siglas en inglés), que se lleva a cabo del 12 al 14 de junio de 2025 en la Universidad Francisco de Paula-Santander, sede Ocaña. Este espacio busca no solo propiciar la participación política de los jóvenes en espacios de toma de decisión, sino también visibilizar al Catatumbo como una región agrícola estratégica para Colombia que no ha logrado explorar su potencial a causa del conflicto.
El GLFY es organizado por la Coalición Internacional para el Acceso a la Tierra (ILC); la Organización para la Alimentación y la Agricultura de Colombia (FAO); la Red de Jóvenes del Catatumbo; y la Corporación Nueva Sociedad de la Región Nororiental de Colombia (Consornoc). El foro, además, tiene como coanfitriones al Ministerio de Agricultura; a la Unión Europea y al Centro de Investigación y Educación Popular (Cinep/PPP) y es posible gracias al apoyo de la Diócesis de Ocaña, la Alcaldía de Ocaña; la Asociación de Municipios del Catatumbo, Provincia de Ocaña y Sur del Cesar; la Cámara del Comercio de Ocaña y la Universidad Francisco de Paula Santander sede Ocaña.

Jóvenes y miembros de la FAO durante el Foro Global por la Tierra de Juventudes en el Catatumbo. Foto:FAO
Los participantes, además de crear redes de discusión internacional sobre los derechos de la tierra, también esperan desarrollar una declaración que será presentada ante líderes de todo mundo en el X Foro Global de la Tierra, que tendrá lugar del 16 al 19 de junio de 2025 en Bogotá. Este es el evento bandera que la ILC organiza cada tres años y constituye el mayor encuentro internacional dedicado a abordar la problemática de la tierra y el territorio.
En el espacio, que tendrá lugar la otra semana en Bogotá, se reunirán al menos 800 delegados de todo el planeta que representan a organizaciones campesinas, afrodescendientes, de mujeres y jóvenes rurales, indígenas y movimientos sociales.
Dada su relevancia como espacio de generación de red, interaprendizaje e incidencia en favor de los derechos a la tierra y el territorio en el mundo, el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural ha incluido el X Foro Global de la Tierra como parte de su Agenda de Movilización 2025, rumbo a la II Conferencia Internacional de Reforma Agraria y Desarrollo Rural (ICARRD+20).
En EL TIEMPO hablamos con algunos de los jóvenes que se encuentran por estos días en el GLFY, participando de sesiones colaborativas, intercambios de saberes, espacios culturales y talleres de trabajo con el objetivo de trazar una hoja de ruta global para trabajar en la defensa de sus derechos a la tierra y el territorio, así como para contribuir al cuidado del planeta frente a la crisis climática y de la biodiversidad que vivimos actualmente.
Lo que piden los jóvenes: más participación y que sus voces sean escuchadasMai Putri Evitasari, joven activista de Indonesia, llegó al Foro Global de la Tierra y la Juventud en Colombia con un objetivo claro: fortalecer la lucha por la reforma agraria desde una perspectiva internacional. “Es extraordinario poder estar aquí. Ayer tuvimos un día completo aprendiendo sobre la reforma agraria y me impresionó la forma abierta en que se discute en Colombia, algo muy distinto a lo que ocurre en Indonesia”, afirmó, señalando que en su país “es muy difícil hablar de reforma agraria en espacios públicos, lo que convierte esta lucha en un proceso largo y arduo”.
Mai valoró la posibilidad de reunirse con jóvenes de distintas partes del mundo para intercambiar experiencias y construir un movimiento global. La joven activista recordó que Indonesia ya fue sede del evento en 2018 y que de allí surgió un decreto presidencial que, aunque imperfecto, hoy sirve como herramienta de lucha.
“Mi esperanza es que desde este foro en Colombia se pueda construir una gran idea o ruta común para que la implementación de la reforma agraria sea efectiva en todos los países”, expresó. Para ella, este llamado no debe quedarse en la teoría, sino convertirse en una hoja de ruta concreta que comprometa a todos los sectores.

El encuentro de jóvenes se reliza en la ciudad de Ocaña, previo al encuentro global en Bogotá. Foto:FAO
Por su parte, Megha Rajeshkumar Sheth, joven de 28 años proveniente de la India y representante de la South Asia Pastoralist Alliance (SAPA), enfatiza en que su principal motivación para asistir al foro ha sido el intercambio de conocimientos “Mi principal objetivo al venir aquí es compartir mis experiencias y aprender de las suyas”, afirmó.
Para ella, espacios como este potencian el aprendizaje mutuo y fortalecen el tejido global entre jóvenes con causas comunes. De cara al pronunciamiento político que se construirá en el encuentro, Megha hizo énfasis en la necesidad de visibilizar el liderazgo juvenil con enfoque regional. “En el foro global deben estar representados jóvenes de comunidades indígenas, mujeres, campesinos y pequeños propietarios de tierra”, dijo.

Transformación de sistemas alimentarios y transición energética justa están entre los temas del foro Foto:FAO
Por su parte, Joshua James Bignall, joven escocés de 35 años, ve en este foro una oportunidad para tejer redes de solidaridad entre juventudes que enfrentan desafíos similares en distintos rincones del mundo. “Queremos colaborar y aprender unos de otros… encontrar formas de trabajar juntos frente al acceso a la tierra, la inacción política y la compra de tierras por intereses corporativos”, explicó.
Respecto al pronunciamiento que los jóvenes harán a los líderes mundiales la próxima semana en Bogotá, Bignall subrayó la necesidad de que más allá de lo que se diga, sí se haga el ejercicio de escuchar la voz de los jóvenes: “Somos un grupo grande y poderoso… tenemos un rol muy importante en el futuro y nuestra voz debe ser escuchada”.
Por otro lado, Bartholomew Shaba, quien viene desde Malawi, dice que llegó a Colombia en búsqueda de conocimientos de otras organizaciones y actores. “Estoy seguro de que al regresar a Malawi podremos aplicar esas experiencias”, dijo.
Para él, es importante que quienes están acá aprovechen las lecciones del foro para generar impacto en sus comunidades. “Lo que queda es tomar esta oportunidad y llevar las enseñanzas a la práctica”, dijo. En cuanto al pronunciamiento político que preparan los jóvenes participantes, Shaba hizo un llamado a los líderes mundiales para reconocer el rol estratégico de las juventudes.
“Vamos a abogar y hacer lobby para que no nos vean sólo como jóvenes, sino como un activo importante en la comunidad”, afirmó. A su juicio, las y los jóvenes deben ser considerados “ingenieros del cambio”, especialmente en relación con los derechos sobre la tierra y el desarrollo rural.

Los participantes del foro buscan también crear redes de discusión e impacto político. Foto:FAO
Mientras tanto, Dinah Ridadiyanah, joven indonesia de 27 años, asegura que uno de los principales objetivos del encuentro tiene que ser avanzar hacia acuerdos concretos sobre los derechos a la tierra y el rol que las juventudes pueden jugar en su defensa. “Es la primera vez que salgo del país y hablar sobre derechos a la tierra con tantos jóvenes de contextos y países diferentes es algo muy importante para mí. Espero que después de esto podamos tomar decisiones concretas sobre lo que podemos hacer por un mundo mejor y más inclusivo”, señaló.
En la declaración política que preparan para los líderes del mundo, Dinah apuesta por el trabajo colaborativo entre juventudes como camino para fortalecer los movimientos por la justicia territorial. “Es muy importante que tengamos una transferencia de conocimientos entre nuestros contextos. Así construimos vínculos más fuertes y aprendemos unos de otros”, explicó. A su juicio, esta red de solidaridad juvenil puede ser clave para imaginar y construir “una vida más inclusiva para todos”.
Finalmente, el joven indio Janmejay Singh insistió en que es fundamental construir puentes con juventudes locales para crear procesos conjuntos de transformación social. Singh quiere “encontrar sinergias y ver cómo podemos desarrollar cosas juntos, crear juntos”, poniendo énfasis en formas de activismo, movilización y trabajo colaborativo que atiendan problemáticas como la violencia, la pobreza, el cambio climático y la necesidad de una reforma agraria.
“Queremos que los jóvenes tengan derecho a trabajar, a poseer tierra, a heredar una tierra que no esté ardiendo por la violencia o el cambio climático”, finalizó.
Periodista de Medioambiente y Salud
eltiempo