Ryan Castro llevó a 20.000 personas a Curazao con su concierto en Bogotá: Además, invitó al viaje a Nicky Jam, Jory, Rayo y Toby
Ryan Castro nos llevó anoche de borondo por Curazao. Aunque el boleto que 20.000 personas compraron decía que era para entrar a un concierto en el MedPlus el 31 de octubre, en realidad se sintió que el venue despegó hacia una fiesta tropical en la que 'Tío Ryan' cantó por tres horas e invitó a parceros del género, para calentar la noche.
Entre disfraces y ropa roja, amarilla o naranja, que obedecían al dresscode sugerido por el artista, se perrió hasta el piso con canciones como Sanka, Mil vidas, Rebecca y Bombastik.
La noche empezó en Jan Thiel Beach, una playa popular en el suroeste del país caribeño, conocida por sus clubes. Quien anunció la primera parada fue Sendé, un muñequito en forma de fuego que apareció en las pantallas para explicar sobre la fuerte influencia que tuvo Curazao en Ryan, ya que vivió y trabajó de mesero y guardia de seguridad en la isla.
El escenario se llenó de candela y entre llamas apareció el reguetonero para cantar Parte & Choke, BOMBASTIK<3>
'El cantante del ghetto' siguió en lo suyo con Se vale Too, Donde y Champion. Ya el público sospechaba que para la última canción iba a salir DFZM y así fue. El joven talento ha sonado en la industria con más fuerza por participar en el tema +57, junto a Karol G, Feid, Maluma, J Balvin, Ryan Castro, Blessd y el productor Ovy On The Drums. Además, el cartagenero interpretó uno de sus éxitos: Vitamina.
Sénde, el muñequito, volvió a aparecer un rato después para anunciar el inicio de la segunda parte del show en Perla del mar, un restaurante romántico y tranquilo en que Ryan contaría sobre sus amores y tusas.
Empezó a sonar un piano en vivo y siguió la letra: "No te lo he dicho, pero siento envidia cuando lo veo / Cuando él te abraza, cuando él te besa / Me tiene entre la espada y la pared esta situación / Quisiera comentarle: 'Soy fan de su relación'". En ese momento, Maisak, otro reguetonero, se apoderó del escenario para unirse a Ryan en la letra de FDSR, canción que ambos compusieron. El venezolano también le regaló a los despechados un pedacito de Se me olvida, canción que sacó junto a Ferxxo.
Ryan Castro Foto:Cortesía
Maisak se bajó del escenario, Castro se montó sobre un jet sky, que siempre estuvo en el escenario y que solo parecía decoración, mientras cantaba Corazón Roto. Navegó por encima del mar de gente que estaba en platea. Llegó al centro del venue y allí desembarcó en una plataforma en forma de isla en la que interpretó Lejanía y Comerte a besos.
La cuarta sorpresa de la noche no fue un invitado. El artista se bajó del pequeño escenario en el que estaba y caminó entre el público repartiendo chocolatinas Jumbo. Compartió con sus fans, se tomó fotos y les cantó de cerca.
Al volver a la isla, Hamilton, cantante cartagenero que ha sobresalido con Afrobeats, lo recibió. Juntos cantaron A poca luz. Luego sonó Mi reina y otras canciones que reforzaron el ambiente de playa, a pesar de que el público estaba más cerca de Cota que de la costa colombiana.
Con esto, llegó la tercera y última parte del espectáculo. No fue un recorrido por Curazao. Fue un viaje al pasado. Ryan Castro cantó todos los clásicos que lo condujeron a lo que él llamó: "El concierto más grande e importante de mi vida", refiriéndose al show que le regaló a la capital en Noche de Brujas.
Ryan Castro Foto:Cortesía
Cuando sonaron Mujeriego, Una noche en Medellín, Monumento, Jordan, Ba Ba Bad y muchas otras, incluyendo El ritmo que nos une (canción que se volvió famosa durante la Copa América), las 20.000 personas dieron por terminado el show. Ryan tenía otros planes. Montó a tarima a dos grandes monstruos del género urbano.
Nicky Jam, uno de los Cangris y de los primeros en internacionalizar el reguetón, llegó al MedPlus. Por diez minutos cantó pedacitos de grandes clásicos como: Hasta el amanecer, El perdón, Te busco, En la cama, Travesuras, Yo no soy tu marido y algunas otras.
El otro gran invitado fue Jory Boy, con quien Ryan cantó Desde antes. Luego, le cedió el micrófono para que cantara More, Bien loco, Me llamas y más clásicos.
Aunque el 'Cantante del ghetto' no se quería bajar del escenario, en el reloj dio la 1: 30 a. m. y el viaje a Curazao llegó a su fin, dejando la sensación en los asistentes que un gran concierto había acabado y que, a pesar de que Castro creyera que este fue su show más grande, vendrían muchas más cosas prometedoras para el reguetonero.
Ryan Castro anunció una próxima fecha en Medellín para el 2026.