Después de las elecciones federales: ¿Cómo procedemos ahora para fortalecer la democracia y los derechos de las mujeres?
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La AfD ha duplicado su resultado desde las últimas elecciones federales. Pero rendirse no es una opción. ¿Qué hacemos ahora? Preguntamos a cinco mujeres comprometidas.
El resultado de las elecciones federales era más o menos previsible, pero hoy reina un clima de resaca, sobre todo entre las mujeres: la AfD, en parte de extrema derecha, ha conseguido duplicar su resultado desde las últimas elecciones federales. El partido no sólo amenaza nuestra democracia, sino que también rechaza medidas que favorezcan la igualdad de género, desde un lenguaje neutral en cuanto al género hasta cuotas para mujeres. La AfD describe la brecha salarial de género como un "cuento de hadas".
Y Friedrich Merz, futuro canciller de la CDU, no es precisamente conocido por su compromiso con los derechos de las mujeres. Entre otras cosas, se pronunció repetidamente contra la legalización del aborto y la abolición del artículo 218; en 2006 votó en contra de la Ley General de Igualdad de Trato. Según una encuesta de Ipsos realizada en febrero, sólo una sexta parte de las mujeres lo considera un canciller capaz.
¿Y ahora qué? Como siempre, enterrar la cabeza en la arena no es una opción. Porque la democracia y la igualdad dependen de un compromiso duradero más allá de las urnas. Preguntamos a cinco expertos cómo podemos seguir motivándonos y comprometiéndonos.
Pia Lamberty: “Trabajar en red y aunar fuerzas con otros es un pilar importante de la resiliencia”"Las mujeres a menudo subestiman la importancia de su voz en la lucha contra el extremismo de derechas. Las "Abuelas contra la Derecha" son pioneras en Alemania, pero otros países como Polonia y los EE. UU. también muestran lo que puede ser la resistencia femenina. En muchas ciudades pequeñas, por ejemplo en Alemania del Este, veo una y otra vez hasta qué punto las mujeres se comprometen y alzan la voz, a pesar del riesgo personal. La creación de redes y la unión de fuerzas es un pilar importante de la resiliencia. Al fin y al cabo, el extremismo de derechas siempre amenaza la libertad de las mujeres.
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"Nuestra democracia no es estática. No es un Estado, sino un proceso que depende de todos nosotros. De nuestros desacuerdos y de nuestros acuerdos. De nuestro compromiso, de nuestra paciencia y de nuestra capacidad de escucharnos unos a otros. No todo lo que vemos nos va a gustar. No todo lo que oímos nos va a convencer. Pero ahí es precisamente donde reside la fuerza de la democracia: en la diversidad, en el discurso, en la posibilidad de seguir mejorando."
Cordula Weimann: “Las mujeres subestimamos la importancia de lo que sentimos”"Las mujeres subestimamos la importancia de lo que sentimos y de las experiencias de vida que llevamos con nosotras. En política y en los negocios, subordinamos nuestras experiencias a las de los hombres, pero nuestros conocimientos son igualmente importantes y tenemos que expresarlos para lograr cambios y también alzar la voz. Si hay alguien que puede competir en igualdad de condiciones con las mentes más brillantes de los negocios y la política, somos nosotras las mujeres mayores de 50 años. Hemos jugado con ellas en el arenero y ya en la escuela nos hemos dado cuenta de que éramos mejores que ellas en clase. En términos de números, somos incluso superiores: el 56 por ciento de los votantes tienen más de 50 años y, como las mujeres viven más que los hombres, somos incluso mayoría en este segmento".
Julia Korbik: “Que algo sea como es no significa que tenga que seguir siendo así”En esta situación, dos pensamientos de dos mujeres me dan esperanza. La escritora y activista Audre Lorde dijo: "La revolución no es un acontecimiento que ocurre una sola vez. La revolución significa estar alerta ante las pequeñas oportunidades en las que se puede lograr un cambio real en un comportamiento común y obsoleto". La resistencia se puede expresar de muchas maneras: mediante protestas, saliendo a la calle juntos, hablando en voz alta. Pero también a través de pequeños actos de rebelión. A través de situaciones cotidianas que pueden usarse para resistir o para mostrar solidaridad con personas y organizaciones que trabajan para imponer comportamientos comunes y obsoletos. El segundo pensamiento que me da esperanza viene de la autora de ciencia ficción Ursula K. Le Guin: "Todo poder humano puede ser combatido y cambiado por los humanos". Sólo porque algo es como es no significa que tenga que seguir siendo así.
Kristina Lunz: “La historia nos muestra que hay muchos motivos para la esperanza”"Cuando ya no tengo esperanza, trato de estar agradecido", dijo recientemente un conocido. La gratitud juega un papel importante en mi vida. Estoy agradecido por mi vida, por las personas que me rodean y por el hecho de que rara vez hay momentos en los que me siento desesperanzado. Porque la historia nos muestra: Hay muchas razones para la esperanza. Durante siglos, personas con visión y determinación han cambiado nuestra sociedad para mejor. No podría trabajar por los derechos de las mujeres si no hubiera habido mujeres que hace décadas lucharon por el derecho al voto en Alemania (1918), que incluyeron la igualdad de derechos en la constitución (1949) o que hicieron cumplir el fin de la violación legal en el matrimonio (1997). Nos apoyamos en los hombros de estas mujeres. Sus luchas han hecho posibles nuestras realidades actuales, realidades que antes eran sólo esperanzas. La esperanza crea la realidad. Y seguimos trabajando para dar forma al futuro.
sar / eke Brigitte
brigitte